Sevilla
Antonio Nazaré: «Quiero mirar mañana al traje en el hotel orgulloso de mis dos faenas»
Casi inédito en su primer paseíllo en la Feria de Abril, Antonio Nazaré afronta mañana su segunda tarde en Sevilla con la convicción de que Fuente Ymbro será la materia prima que le posibilite un aldabonazo importante del que ya se quedó el año pasado a las puertas por dos veces. La afición maestrante le espera y Nazaré no desespera: «Voy a abrirme camino en este mundo».
-Montealto debutaba en La Maestranza con una corrida de toros y la incógnita salió cruz.
-Sí, fue una pena, porque es un hierro que va a más. Pero, la corrida tuvo altibajos y, desde luego, a mí me tocó el peor lote. Me sentí mucho en siete u ocho naturales en mi primero, que pensé que me podía durar, pero no me regaló ni una embestida más. Se vino abajo. El otro era imposible, como sacar agua de un pozo sin fondo.
-Aún le queda mañana, además de Madrid, para enderezar la temporada.
-Sí, son dos fechas muy importantes. Estoy muy ilusionado por estar en ambas. Quizás, incluso la palabra sea «feliz», porque aunque sean claves para relanzar mi carrera, son dos tardes para disfrutar por el lugar, por la ganadería y por el cartel. Tardes de estas compensan cualquier sacrificio.
-Los toros de mañana lucirán la divisa verde de Fuente Ymbro. En principio, un aval. Un coto vedado a las figuras, por algo será.
-Sí, aquí han apostado por una terna de la tierra. Somos tres toreros sevillanos que ya sabemos lo que es escuchar los «olés» en La Maestranza. Creo que es un premio al empeño que los tres hemos exhibido en esta plaza. En cuanto a Fuente Ymbro, no voy a venir ahora a descubrirla. Es una gran ganadería, de las que se mueve y transmite.
-¿La ha visto en el campo?
-Sí, y desde que la vi estoy como loco con ella. Lo tiene todo para embestir. Me encanta, es muy sevillana. Pareja, con buenas hechuras, fina, baja y con las caras recogidas. Luego, Dios dirá, pero está hecha para regalar los triunfos.
-Éxitos que ya ha rozado con la punta de los dedos varias veces en Sevilla, dos en el último año. ¿Cómo recuerda aquellas dos faenas?
-Disfruté mucho con las dos, pero la primera fue la que me puso en marcha, porque venía de torear un festejo en mi pueblo en todo el año. Era una tarde de todo o nada y los toros de Martín Lorca me ayudaron, quizás me quede con este 15 de agosto, aunque la del 12 de octubre verdaderamente gocé como torero. Me sentí y sentí crujir La Maestranza con 15 naturales de los que me gustan, de los que sueño.
-A tenor de su trayectoria, ¿podemos hablar de que Antonio Nazaré escribe su toreo con la izquierda?
-Sí, ¡y eso que soy diestro! (bromea). Disfruto mucho con esa mano, El natural es el pase que más me realiza como torero, creo que es el más puro. Cuando le tiras los vuelos a un toro por abajo con verdad, el trazo es precioso, mucho más que en redondo.
-Y después de Sevilla, a Madrid. La confirmación está a la vuelta de la esquina.
-Otro día de los que compensan el peor sinsabor. Es una oportunidad importante y no quiero desviarme sólo en vivirlo, porque me la juego, pero me gustaría sentirlo como se merece. Es una tarde especial, muy para uno mismo, para echar la vista atrás y acordarte de todo lo que te ha llevado hasta ahí, olvidarte de todo y disfrutar.
-Además, se anuncia con El Cortijillo, otro hierro de garantías.
-Sí, todos los años echa dos o tres toros de triunfo importante en Madrid. Los hermanos Lozano son dos excelentes ganaderos y es una divisa de las que firmas torear antes de que se hagan los carteles. Cuando vino mi apoderado a decirme que se había cerrado, me puse muy contento. Me han dicho que está muy en la línea de la cas, así que esperemos que pueda sacar el buen fondo que tiene el toro de Núñez.
-¿Eligió usted confirmar en la primera de feria?
-No, vino así. Me lo ofrecieron y viendo la ganadería, lo até cuanto antes. No he pensado en posibles sustituciones, pero, mira, se me vienen unas palabras del maestro Antoñete, uno de los toreros que Las Ventas más ha idolatrado: «Pronto y en la mano». Si ir el primer día, me abre la puerta vía sustitución, vía posferia o vía Otoño, bienvenido sea.
-Y el resto de la temporada, supeditado a Sevilla y Madrid.
-Claro, evidentemente dependo mucho de estas dos corridas de toros. Aunque no pienso en el fracaso, negarlo sería de necio. Si pasan ambas sin pena ni gloria, lo notaré y pagaré por ello; pero si logro cuajar un toro, el camino no sé si será más fácil, pero más llano seguro.
-¿Qué deseo le pedirías a la Macarena para mañana?
-Un triunfo importante más allá de las orejas. Cuajar a un toro. Cuando te ves en el precipio del cara o cruz, te aceleras y te emborronas, no quiero caer en ese error. Quiero ir despejado, llegar a la plaza y hacer lo que sienta. Mi verdadero deseo es entrar a la habitación del hotel, quitarme el traje de torero y poder mirarlo en la silla orgulloso de las dos faenas que haya realizado.
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