Cuarenta años por Enrique Miguel Rodríguez

Como la canción, 40 años no son nada, sobre todo si se han conseguido como la Princesa de Asturias, muchísimas cosas. Primero consiguió ocupar un puesto de privilegio en su carrera de periodista. Entrar todos los días en los hogares de muchas personas, presentando un telediario de la primera cadena, está al alcance de pocos. El posterior compromiso con el Príncipe Don Felipe la colocó en el top de la popularidad. Esto tiene sus peajes, te encuentras con el cariño de muchos y con el desprecio y la envidia de no pocos. En estos ocho años como consorte del heredero, no hay duda de que la figura de la Princesa ha tenido un seguimiento y un interés total, en España y en el mundo. Es difícil encontrar una semana donde no aparezca Doña Letizia en las portadas de los medios, sin duda se ha convertido en la persona de la Familia Real con más tirón mediático. La monarquía, a pesar del año horrible que está teniendo, sigue ocupando, según las encuestas más serias, un lugar de privilegio en cuanto a su aceptación popular. La capacidad de la Corona para coger impulso se ha demostrado con el mismísimo Rey, que después de sus «tropiezos» decidió prácticamente suspender el veraneo y estar en su puesto, entrevistándose con empresarios, sindicalistas y todo representante de la sociedad que pudiera ser interesante en los actuales momentos. Ahora cuando cumple 40 años Doña Letizia, la Casa Real entrega a los medios un reportaje fotográfico de los Príncipes y sus hijos que ha sido portada en todos los periódicos, en los telediarios. Incluso las revistas de los miércoles, como las grandes ocasiones, adelantaron su salida al lunes. Y es que aunque a algunos les cueste admitirlo, todavía la magia de la monarquía funciona. ¿Se imaginan el interés que tendría un reportaje fotográfico de los hijos y las nietas de un presidente de la República?