Pujol alienta la independencia de Cataluña en la víspera de la Diada

Jordi Pujol exploró durante 23 años los límites del autonomismo. Siempre pensó que había terreno de juego para que Cataluña fuera ampliando su autogobierno e incluso para que hallara un cómodo encaje en el conjunto de España.

En los últimos tiempos, sin embargo, Pujol ha ido derivando hacia los postulados soberanistas. Ayer, en vísperas de la Diada de Cataluña, dio una nueva muestra de su mutación ideológica subrayando la viabilidad del Estado catalán. «No tengáis ninguna duda de que una Cataluña independiente saldrá adelante», afirmó Pujol durante una conferencia en Igualada (Barcelona).

El ex presidente de la Generalitat ya afirmó que «seguramente sí que un día se tendrá que hacer un referéndum» sobre la autodeterminación de Cataluña y, meses después, votó a favor de la independencia en la consulta soberanista de Barcelona. Su evolución hacia estas tesis sólo tiene un argumento en contra. Él mismo lo admitió ayer: «Será difícil porque parece compolicado que Europa se deshaga, quizá habrá que buscar una alternativa».

Probablemente, Pujol tiene en mente una «solución tipo Québec», ya que el ex presidente de la Generalitat elogió este año el autogobierno de esta zona de Canadá al calificarlo de «muy bueno y excepcional».

Durante su conferencia, Pujol enfatizó que Cataluña tiene todas las características para ser libre, ya que tiene «identidad y personalidad propia, y también un proyecto de país propio». El patriarca de CiU ha mostrado en repetidas ocasiones su desengaño con la España de las Autonomías porque, en su opinión, se está imponiendo inercias centralizadoras y uniformistas.

El proyecto de Convergència ha ido basculando en los últimos años hacia tesis soberanistas. Artur Mas proclamó en su debate de investidura que Cataluña debía iniciar «una transición nacional» guiada por «el derecho a decidir», un principio que considera que debe inspirar el catalanismo del siglo XXI.

Convergència, no obstante, acostumbra a recordar que no se presentó a las pasadas elecciones autonómicas con un programa independentista, ya que su gran objetivo de cara a esta legislatura es lograr un nuevo pacto fiscal en la línea del concierto que existe en el País Vasco.

Sin embargo, los guiños hacia los soberanistas de CDC se multiplican y los dirigentes de este sector tienen cada vez más influencia en la cúpula del partido nacionalista. Y todos cuentan con el beneplácito de Pujol.