Bruselas

La prima de riesgo deja a España al borde del rescate

La sesión de ayer fue un calco de la del lunes: fuertes órdenes de venta de deuda soberana por parte del sector financiero, escasa demanda en el secundario y caída de los principales índices de la renta variable.> El Ibex 35 cede un 1,61% en medio de caídas generalizadas de las bolsas europeas Bruselas rectifica y pospone la prohibición a las agencias la calificación de países en crisis">> Bruselas rectifica y pospone la prohibición a las agencias la calificación de países en crisis

La rentabilidad del bono español a diez años subía hasta el 6,271 %
La rentabilidad del bono español a diez años subía hasta el 6,271 %larazon

Madrid- En el caso de los bonos, es tal la psicosis dominante en el mercado, que no ya España o Italia, sino países aparentemente solventes como Francia, Austria o Bélgica tampoco se libran del castigo de los inversores. Los paquetes de renta fija en poder de las entidades financieras (muy elevados) «queman» en los balances y la solución principal es su intento de venta, obviamente ofreciendo un mayor interés. Y a mayor rentabilidad, mayor percepción de un posible impago por parte del emisor.

El bono, disparado

Tras la subasta de Letras, en la que el Estado se vio obligado a elevar el interés a los inversores, la prima de riesgo de España –medida como el diferencial entre la cotización del bono español y del alemán, ambos a diez años en el mercado secundario– se disparó hasta marcar los 455 puntos básicos, cerca del límite con el que fueron rescatados Portugal (517) e Irlanda (544) y un nuevo récord histórico desde la entrada en el euro. La deuda con vencimiento a una década despidió la sesión con un rendimiento del 6,336%, mientras que el bund germano escaló al 1,782%.

En el caso de Italia, la brecha se amplió también hasta marcar un diferencial de 528 puntos básicos. El bono a diez años alcanzó una rentabilidad del 7,01%, pero definitivamente pudo ser mucho peor. El Banco Central Europeo (BCE) se olvidó por un día de España e intervino a medio día en el mercado secundario para frenar la sangría de la deuda transalpina, lastrada por una oleada de órdenes de venta sin potenciales compradores. Las dificultades de Mario Monti, nuevo primer ministro transalpino, para formar un nuevo gabinete se trasladaron rápido a los mercados, y el sector financiero hizo el resto.

El BCE se queda solo
El paquete de deuda soberana en manos del sector financiero es muy alto y las entidades, sobre todo francesas y alemanas, reducen su exposición día tras día en el secundario. Sin embargo, según fuentes del mercado, la realidad es que no hay compradores para tantos bonos y la labor del organismo que preside Mario Draghi es clave para aliviar el castigo sobre los periféricos. A este paso, el BCE puede convertirse, si no lo es ya, en el principal tenedor de deuda soberana de la zona euro.

La crisis de deuda también salpicó ayer a Francia, que vio como su diferencial respecto a Alemania se ampliaba hasta superar los 190 puntos básicos. La «triple A» que ostenta la economía francesa, aunque quizá por poco tiempo, tampoco logra disuadir a los inversores, que ya sólo confían en Alemania en términos de riesgo soberano europeo.

Similar situación vivieron Bélgica (315 puntos básicos de prima) y Austria (186 puntos). El «bund» germano está actuando como imán para los inversores rebotados a pesar de su escasa rentabilidad, pero el mercado entiende que es prácticamente imposible que Alemania no pague. Y hoy en día, esa es la única garantía que buscan las entidades, vigiladas con lupa desde Bruselas por su elevada exposición a la deuda soberana.

La Bolsa vuelve a caer
La sombra de las dudas que planea sobre la zona euro impactó también sobre las bolsas de los países de la moneda única, que vivieron la jornada inmersas en los números rojos. Al cierre, el Ibex 35 perdió el nivel de los 8.300 puntos tras caer un 1,61%, hasta los 8.237,60 puntos.

El CAC-40 de la Bolsa de París perdió un 1,92% y el índice de la Bolsa de Milán cerró con un descenso del 1,08%, mientras que el DAX 30 del mercado de Fráncfort retrocedió un 0,87% y el de Londres bajó sólo un 0,03%. Parece que la crisis de deuda no va con Reino Unido.

Toda Europa, salvo la locomotora alemana, se encuentra inmersa en una crisis de confianza, sin que los cambios de Gobierno en Italia y Grecia, o las elecciones del domingo en nuestro país, hayan convencido a los mercados de que existe una puerta de salida a la crisis. Quieren medidas, no cambio de piezas políticas.

En opinión de Nouriel Roubini, el «gurú» que predijo la actual crisis financiera, la única salida pasa por una intervención del Banco Central Europeo (BCE) similar a la de la Reserva Federal (Fed) de EE UU, recortando los tipos de interés hasta casi el nivel del 0% y actuando como un prestamista ilimitado, de último recurso, opinión que cada vez comparten más expertos, según informa Efe.

Sin embargo, mientras la Fed domina la política económica de un único país (EE UU), el BCE tiene que lidiar con 17 economías, cada una con sus intereses y con distintas visiones sobre la política monetaria en la zona euro y diferentes situaciones coyunturales.

El secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Diego López Garrido, instó ayer al BCE a que siga comprando deuda de países que como España o Italia, que están sufriendo fuertes presiones en los mercados, aunque no citó expresamente a ningún estado. «Es fundamental que el BCE pueda cumplir su función», dijo el secretario de Estado al término del Consejo de Asuntos Generales que tuvo lugar ayer en Bruselas.

La Comisión Europea (CE) salió ayer en defensa de España y consideró que la situación que se vive en los mercados de deuda no se debe a problemas en nuestra economía. «La presión en los mercados que afecta a un número de estados miembros, no sólo a España, es compleja y se debe a fenómenos que no están sólo ligados a los fundamentos de estas economías», señaló el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.

No obstante, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Romuy, tachó ayer de «inaceptable» que España tenga un paro juvenil del 46,2% frente a una tasa de menos del 8% en Países Bajos o Austria. Van Rompuy reclamó una mayor cesión de soberanía a la UE por parte de los estados miembros para corregir estos desequilibrios y construir una unión monetaria «más fuerte y estable», según informa la agencia Ep.

«El desempleo juvenil alcanzó en julio el 20,7% en el conjunto de la UE, con menos del 8% en Austria y Países Bajos frente al 46,2% en España. Estas divergencias son inaceptables en una Unión monetaria», dijo Van Rompuy.

 

Otra prueba de fuego
La ministra de Economía, Elena Salgado, se felicitó ayer por «la altísima demanda» que registraron los títulos del Tesoro Público español, que logró colocar 3.158 millones en letras a 12 y 18 meses con un interés marginal superior al 5%. «Nuestros títulos son bien valorados», declaró desde Singapur, donde se encuentra de visita oficial para reunirse con las autoridades monetarias. Mañana, según los expertos, el Tesoro seguirá presionado por los mercados, lo que le llevará a situar el interés de las obligaciones a diez años entre el 6% y el 7%.