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José Blanco: «De mi futuro político hablaré a partir de 2012»

A los dos días de hacerse esta entrevista, quedó vieja. Rodríguez Zapatero anunció que adelantaba las elecciones, así que José Blanco, la mano derecha del presidente del Gobierno, no podía mantenerse callado sobre asunto tan importante, o por lo menos no preguntado.

José Blanco dice que en el conflicto de los controladores aéreos sólo respondió a un «desafío»
José Blanco dice que en el conflicto de los controladores aéreos sólo respondió a un «desafío»larazon

Le solicitamos una segunda cita, y el mismo día de la esperada noticia, el viernes por la tarde, respondió a la llamada. «Señor ministro, la entrevista ha quedado vieja», le dijimos. «Pues pregunte», contestó. Esta entrevista empieza con las últimas preguntas realizadas en el primer encuentro.

-Usted llegó a la política nacional con Rodríguez Zapatero. Él ha dado por cerrado su ciclo político. ¿Cuál es el futuro político de usted?
-Siempre digo que hay vida más allá de la política. Pero la experiencia acumulada me hace pensar que sólo hablaré de mi futuro a partir de 2012.
(Dos días después, le volvemos a preguntar)

-Sí que han cambiado las cosas, ¿no?
-Eh... Pues sí, bastante.

-Como decíamos, usted es una persona muy influyente en el presidente del Gobierno. ¿Comentó con usted la decisión de adelantar las elecciones? ¿Lo sabía?
-Si así fuese, no se lo podría decir.

-¿Zapatero ha adelantado las elecciones presionado por la situación económica o para despejar el terreno a Pérez Rubalcaba?
-Yo conozco bien a Zapatero y creo que lo que ha influido es el interés general. Él entiende que hay un proceso de reformas que ha concluido y otras que se aprobarán en septiembre para que las gestione el próximo gobierno.

-Un gobierno del Partido Popular.
-Trabajaremos para que las reformas emprendidas por el Gobierno de Zapatero las continúe el Partido Socialista.

-Pero esto huele a fin de ciclo.
-Se abre una nueva etapa en la que hay un candidato, Rajoy, que ha perdido dos elecciones anteriormente y que se enfrenta a un candidato, Rubalcaba, que se presenta por primera vez. En este sentido, sí hay un cambio político.

-El anuncio de elecciones el 20-N ha tenido un tono muy dramático, casi agónico.
-Pues no es un hecho tan excepcional. Después de todo, es sólo una cuestión técnica de tres meses. Antes se había adelantado en siete ocasiones y la situación económica no era como la crisis global que estamos viviendo.

-¿En España se dimite poco?
-En España, a mi juicio, se prejuzga antes de tiempo.

-Para un pragmático de la política, ser ministro de Fomento debe ser el súmmum.
-El Ministerio de Obras Públicas es un ministerio que se presta al pragmatismo, pero también a la planificación y el buen desarrollo.

-Y ahora que ya no hay más AVE, ¿con qué sueña el ministro?
-Todavía quedan por acabar... Mi sueño es buscar la eficiencia de todo lo que hemos hecho, que ha sido mucho. Siempre digo que no hay nada más improductivo que un aeropuerto sin aviones, un tren sin pasajeros o un puerto sin mercancías.

-Gracias por la respuesta: en España hay aeropuertos sin aviones y trenes sin pasajeros. Fíjese el AVE de Toledo a Albacete: nueve viajeros.
-Ese era un servicio que no estaba previsto en la planificación inicial pero que hemos decidido hacer regional, aunque no era rentable desde el punto de vista de la capacidad de personas que movía, ni económica ni socialmente. El AVE en 2010 reportó beneficios por primera vez y con ellos ayudamos a mantener la red convencional.

-¿Le gusta que le recuerden como el ministro que paró a los controladores aéreos?
-Me gustaría que me recordaran como el ministro que apostó porque un sistema de navegación aérea más competitivo y que para hacerlo había que bajar los costes. He respondido a un desafío.

-Algo habrá pasado en este país para que existan aeropuertos sin aviones.
-No hay ningún aeropuerto cerrado... Es verdad que una buena parte de nuestros aeropuertos son deficitarios y es verdad que en nuestro país hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y eso lo tenemos que admitir.

-Por cierto, ¿qué le pareció la visita que el Nobel de Economía Joseph Stiglitz, uno de los «sabios» de Rodríguez Zapatero, hizo a los «indignados»?
-Me parece que las reflexiones que hizo Stiglitz fueron muy sensatas: frente a aquellos que hablaban de que el mercado lo regulaba todo, Stiglitz decía que los mercados no pueden hacer lo que quieran si no hay unas reglas. En esa reivindicación estoy de acuerdo, como en otras que emanan del movimiento 15-M.

-Pues sobre todo cuestionan a los políticos...
-... Pero lo apoyo con matices. No estoy de acuerdo con el cuestionamiento general de la política, no lo puedo compartir, porque nuestra democracia es tan real, que se puede mejorar. Estoy de acuerdo en una mayor transparencia, en un mayor acercamiento de la política a los ciudadanos.

-¿Y está de acuerdo en una reforma de la Ley Electoral?
-Sí, estoy de acuerdo, pero todo tiene sus matices. Porque cuando se dice que hay que acercar el representante al ciudadano, podemos dejar la puerta abierta a que grupos de presión puedan actuar apoyando a sus candidatos. Que haya un sistema más proporcional, que las circunscripciones puedan ser más pequeñas para conocer mejor al que se elige... se puede estudiar.

-Los llamados artistas de «la ceja», que tanto han apoyado a Zapatero, han pasado a un segundo plano. ¿Ahora toca hacer guiños a los «indignados»?
-Este movimiento nos parece interesante. Ese inconformismo me parece muy atractivo, pero como todo movimiento plantea cosas sensatas y otras demasiado utópicas. No olvidemos también que estos jóvenes proceden de un sector social relativamente acomodado que están viviendo un momento de dificultad que achacan al sistema, aunque no vayan a la raíz del problema: endeudamiento excesivo, tipos de interés muy bajos, derechos que rápidamente amortizamos sin pensar en el valor que tienen.

-¿Los derechos cuestan dinero?
-Los derechos nos cuestan a todos mucho dinero y la gente muchas veces piensa que son gratis.

-¿No le parece que el socialismo está un poco desorientado?
-La sociedad está cambiando a una velocidad de vértigo y las respuestas a los problemas de ayer han quedado viejas, en la derecha y en la izquierda.

-Como portavoz del Gobierno, ¿usted vende o comunica?
-Todavía tengo muy poca experiencia, soy todavía un aprendiz, sobre todo sustituyendo al mejor, a Rubalcaba.