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Brasil

Y el Bernabéu pitó a Robinho

Se marchó para ser el mejor jugador del mundo y tres años después intenta hacerse un sitio en la alineación titular del Milan. Robinho se sentía maltratado por el Real Madrid, pendiente sólo del fichaje de Cristiano, y se fue a cambio de unos cuantos millones de euros que le ofrecía el Manchester City.

La Razón
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La afición del Bernabéu cree que la camiseta del Madrid no tiene precio y no entiende que se cambie por dinero, mucho o poco. Por eso le pitó ayer cuando entró en el campo en el minuto 71 para sustituir a Ronaldinho. Los pitos reaparecían cada vez que el brasileño tocaba la pelota. Y hubieran sido insoportables si a Robinho se le hubiera ocurrido marcar en la ocasión que tuvo. El hombre que Florentino Pérez se fue a buscar a Brasil con la intención de que se convirtiera en un futuro Balón de Oro regresaba a la que fue su casa como un traidor. Y el público le recordaba su «fuga» a cada momento y su afición por el dinero. Tampoco recibió el cariño de sus ex compañeros. «Robi» se marchó con la cabeza baja y sólo saludado por los asistentes del Milan a la entrada del vestuario.

Seedorf, otro ex madridista que regresaba a casa, no recibió el mismo trato. Su marcha fue completamente diferente, entendida como un servicio al club en un momento en que necesitaba recibir dinero por su traspaso.

La entrada de Robinho en el césped coincidió con la marcha de Ronaldinho. Quedan lejos los tiempos en que se marchaba aplaudido por el Bernabéu. Pero no se fue sin premio «Ronie». Al salir del campo, Mourinho reclamó su atención. El brasileño se giró y se dieron un abrazo. Es la manera que tiene Mourinho de demostrar que él sí sabe tratar a las estrellas. Un mensaje para el Barcelona y Pep Guardiola. Ya había avisado el día anterior de que en el Camp Nou no supieron tratar a Ibrahimovic.