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Agustí Benedito: «Veo nervios en mis rivales no contaban conmigo»

«Laporta ha utilizado el club para hacer política y obtener un beneficio personal, es un error muy grande» / «Sé que los socios están descontentos» 

Agustí Benedito
Agustí Beneditolarazon

Cuando empezó todo, nadie contaba con él. Pero a medida que ha ido avanzando el proceso electoral del Barcelona, su nombre se ha hecho más popular. Agustí Benedito (Barcelona, 1964) defiende su independencia respecto al resto de candidatos y su discurso tranquilo y alejado de las confrontaciones está dando sus frutos. –Pocos hubieran apostado a que usted conseguiría las firmas para convertirse en candidato. ¿Se siente protagonista?–La verdad es que no sé si el panorama ha cambiado, pero desde que pasamos el corte hemos recibido cientos, incluso miles, de felicitaciones de socios que creen que es bueno que haya una cuarta candidatura independiente.–¿Cómo ve a sus rivales?–Nerviosos, porque no esperaban que yo llegara tan lejos, no contaban conmigo. Y me he dado cuenta de que a raíz de todo esto están cambiando de estrategia durante la campaña.–Hábleme de Ferrer.–Es un buen barcelonista, pero creo que en algunos momentos de su trayectoria dentro de la directiva le ha faltado decisión.–Ingla no para de atacar a Rosell, pero a usted le deja tranquilo.–Está un poco más agresivo de lo que pensábamos. Yo estaba convencido de que el candidato sería Ferran Soriano, no él.–¿Sandro Rosell es el favorito?–Tiene el apoyo de la mayoría de socios que tienen decidido su voto, pero queda mucho indeciso. Sobre su etapa como directivo, creo que abandonó el barco demasiado pronto porque perdió una lucha de poder interna.–Está siendo una campaña muy sucia...–Es grave y me sabe mal. Lamento todas estas estrategias pero yo no entraré. Nuestra única posibilidad de ganar pasa por explicar nuestro programa.–Ser presidente del Barça, ¿es una ilusión de juventud?–Francamente no. Nunca se me había pasado por la cabeza, ni cuando abandoné el club.–¿Y cómo decide emprender esta aventura?–Estuve 5 años y 9 meses en el club, como miembro de la comisión social y deportiva. Ese tiempo me dio la oportunidad de confeccionar un modelo clarísimo para el Barça. Y ante la certeza de que este modelo no es el del continuismo, ni el de ningún otro candidato, específicamente Rosell, decido presentarme.–¿Por qué abandonó el club?–Yo conozco a Laporta desde 1996 y, en los primeros días de su mandato, ya me doy cuenta de que su presidencia no sería como yo esperaba. Me enfrenté a él por algunas decisiones, pero eso no fue lo que me hizo dimitir.–¿Qué pasó?–Durante 6 años, mucha gente se me acercó para contarme cosas, insinuaciones de irregularidades, pero nunca nadie me dio una prueba. La primera que tuve me hizo irme.–¿Uzbekistán?–Creo que el presidente no puede hacer negocios personales a la vez con clientes del club. Y que su bufete mediara en la compra del Mallorca con un magnate de Uzbekistán es muy grave.–¿Qué queda del Laporta de 2003?–Ha sufrido una evolución por temas de índole personal y es evidente que el Laporta que conocí hace años no es el Laporta que ahora reconozco. Ha cambiado.–¿Y de sus ideas?–Creo que su modelo actualizado es válido. El problema es que hay un momento en el que él se olvida de todo y cambia el rumbo.–Lo ha ganado todo...–El nivel de exigencia en cuanto a resultados es enorme, pero hemos de intentar que el resto de club se sitúe a su altura. No lo está.–La política y el Barça, ¿son compatibles?–La catalanidad del Barça forma parte de la esencia del club. No se puede imaginar un Barça sin Cataluña. Pero hacer política desde el club y, como hace Laporta, para un beneficio personal, es uno de los errores más grandes.–¿La gente se da cuenta?–Muchos socios me han transmitido su descontento.

 

Buena nota en los debatesLos cuatro candidatos a la presidencia del Barça; Sandro Rosell, Marc Ingla, Jaume Ferrer y Agustí Benedit ya han protagonizado dos debates, y aún les restan dos más antes del 13 de julio, fecha de las eleccciones. Hasta el momento, tanto Benedito como Rosell han sido los que han salido más airosos. Marc Ingla se ha mostrado muy agresivo, especialmente con Sandro Rosell, que ha sabido mantener la calma y dar respuesta a esos ataques. Jaume Ferrer no ha aportado grandes ideas a las dudas que planean sobre su candidatura. Y Benedito, ajeno a las luchas entre sus rivales, ha sabido transmitir su modelo y ha conseguido que su imagen cale entre los socios.