Barcelona

España bajo sospecha

Eufemiano Fuentes se incorporó en 1984 como médico a la Federación Española de Atletismo. Su labor era investigar la manera de mejorar el rendimiento de los atletas españoles sin que dieran positivo. Primero experimentó con «cobayas», voluntarios no profesionales para garantizarse la «limpieza» en los controles.

 
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Al mando de las investigaciones estaba José María Odriozola, ahora presidente de la Federación Española. Manuel Pascua Piqueras era uno de sus colaboradores. Después, Eufemiano se casó con Cristina Pérez, una de las mejorea atletas españolas de la década de los 80. Cristina se retiró pronto, cansada de que se le atribuyeran casos de dopaje que nunca se demostraron. Y el doctor Fuentes diversificó sus actividades. Se fue alejando del atletismo para acercarse al ciclismo y al fútbol.

Eufemiano Fuentes es el eslabón que une la «Operación Puerto» con la «Operación Galgo» destapada ayer. Ingresó en prisión, de la que salió bajo fianza después de aquella investigación de la Guardia Civil que terminó con ciclistas como Valverde sancionado durante dos años sin haber dado nunca positivo. O con la carrera en la élite de otros como Paco Mancebo que soportan la única culpa de la sospecha, a veces mucho más pesada porque nunca termina de pagar el castigo. Entre los nombres que aparecían en la «Operación Puerto» estaba el de Alberto León, ex ciclista dedicado a la mountain bike que ayer reapareció como uno de los colaboradores del doctor Fuentes.

La «Operación Puerto» puso en duda al ciclismo y de paso a todo el deporte español, sospechoso de excesiva permisividad con el dopaje. Alberto Contador aparecía como la única esperanza de un deporte limpio y ahora también está bajo sospecha, a la espera de que la Federación Española de ciclismo decida si el responsable del clembuterol detectado en su orina es culpa del solomillo o de Alberto.

Contador dio positivo el 21 de julio. Tres días antes, el atleta José Luis Blanco también había dado positivo por EPO. El resultado del análisis no se supo hasta hace unas semanas, por lo que Blanco pudo conseguir la medalla de plata en el pasado Europeo de Barcelona.

El deporte español suma medallas. Y escándalos. La respuesta a la espectacular penúltima etapa de la Vuelta en la que Ezequiel Mosquera recuperó junto al italiano Nibali la épica del ciclismo fue el positivo del ciclista gallego y el de su compañero David García.

El ciclismo devuelve ahora las sospechas al atletismo, que hace poco más de un año, en noviembre de 2009, vio al marchador Paquillo Fernández en una situación muy parecida a la que ayer vivió Marta Domínguez. Paquillo era la estrella de la «Operación Grial». Siempre negó que recurriera a sustancias dopantes, pero el castigo inicial de dos años sin competir se vio reducido a uno por su colaboración con la justicia.

Lissavetzky reafirma la tolerancia cero contra el dopaje

Jaime Lissavetzky no hace valoraciones oficiales, pero insiste en la tolerancia cero de las autoridades españolas contra el dopaje. «La Operación ha arrojado catorce detenidos y quince registros. La noticia es mala, pero tiene un lado positivo porque reafirma nuestra tolerancia cero con el dopaje. La sociedad española quiere un deporte limpio y aquí no se tapa nada», comentó.
«Hasta que la investigación termine, no podemos decir nada», afirmaba ayer el secretario de Estado para el Deporte. «Es una operación en marcha y con secreto de sumario, por lo que no tengo información oficial. No podemos más que esperar», añadió. «Nuestra posición es clara, como ya se mostró en la ley publicada en 2006. El dopaje, salvo consumo, constituye un delito penal, y sólo nos queda ponernos a disposición del juez para lo que haga falta», agregó.