Colombia

Las FARC ejecutan a cuatro secuestrados

Así reaccionan los asesinos cuando se sienten acorralados. Durante un rescate frustrado las FARC fusilaron en el departamento del Caquetá, en el sur de Colombia, a cuatro miembros de la fuerza pública secuestrados, entre los que se encontraban dos de los más antiguos rehenes de esa guerrilla, Libio José Martínez y Édgar Yesid Duarte.

Libio José Martínez era uno de los rehenes más antiguos de las FARC
Libio José Martínez era uno de los rehenes más antiguos de las FARClarazon

 

Martínez fue secuestrado el 21 de diciembre de 1997 en un ataque de las FARC a una base de comunicaciones del Ejército en el cerro de Patascoy (sur). Otro de los muertos sería el coronel de la Policía Édgar Yesid Duarte, secuestrado el 14 de octubre de 1998 en un retén guerrillero cuando se movilizaba por una carretera en Caquetá.

El presidente Juan Manuel Santos condenó rápidamente este crimen. "Este es un crimen atroz que merece la condena de todo el país y de toda la comunidad internacional", dijo.

El Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, confirmó que tres de los secuestrados murieron con 'tiros de gracia' en la cabeza y uno con disparos por la espalda.

"Hace 45 días tropas de las Fuerzas Militares adelantaban una operación en el municipio de Solano (Caquetá). Se venían adelantando operaciones en busca de una estructura de FARC (...) Cuando las tropas se acercaron entraron en combate", aseguró Pinzón.

Ayer, las tropas entraban en combate. "Minutos después se entra al sector y se encuentran cuatro cadáveres, que resultan ser miembros de la Fuerza Pública que habían sido secuestrados", relató el Ministro.

"Lamentamos profundamente que hayan sido asesinadas, indefensas, sin posibilidad de defender su integridad. Fueron vilmente asesinadas con tiros de gracia; había cadenas en el sitio", dijo Pinzón.

Mientras el presidente Santos última un nuevo plan de guerra y una nueva estrategia, al detallar que entre los objetivos está incrementar en 20.000 el número de policías y en 6.000 los soldados del Ejército.

El asesinato de los rehenes se produce tan solo tres semanas después de la caída del máximo dirigente de la guerrilla, Alfonso Cano, abatido en una operación del Ejército en el suroeste de Colombia. Su sucesor Timoleón Jiménez, alias Timochenko, podría ser el próximo en caer.