Rajoy promete que sacará a Bildu de las instituciones

La estrategia, lo primero, y toda la estrategia de esta campaña gira sobre un eje: la economía y el empleo. Por eso hasta que no llegó la visita al País Vasco tampoco tocó hablar de Bildu.
Otro de los hilos conductores de su estrategia es no picar los anzuelos del PSOE y ayer optó por un muy medido mensaje que en teoría no debería servir a los socialistas para alimentar el discurso de que utiliza la lucha antiterrorista para interés partidista, aunque otra cosa será la práctica. Por eso Rajoy no se erigió en portavoz del discurso más duro que se está escuchando estos días en las filas de su partido.

Ni habló de negociación ni de doble baraja por parte del Gobierno ni tampoco responsabilizó a éste de que al final la mayoría progresista del TC haya sido la que ha abierto la puerta a Batasuna para volver a concurrir a las elecciones dentro del vientre de alquiler de EA.
Rajoy defendió las esencias de la doctrina del PP sin meterse en jardines con espinas innecesarias. Así, apeló a la derrota de ETA sin diálogos ni negociaciones de por medio; defendió la plena vigencia de la Ley de Partidos; y recordó al Gobierno que sabe de antemano para qué puede contar con él y para qué no.

La estrategia exige navegar sin defraudar a los propios y sin movilizar al adversario, el sueño del PSOE, y por eso lo más significativo de su discurso fue su gesto con las víctimas del terrorismo, que hoy vuelven a salir a la calle para protestar por lo que ellas entienden como la legalización de facto de Batasuna-ETA; una movilización que el PP no respalda oficialmente. «Que nadie se desanime por los contratiempos en la lucha antiterrorista, y menos que nadie las víctimas. El Estado de Derecho, en una sociedad decente como la nuestra, gana siempre. Aquí siempre habrá un partido que actuará con coraje, con determinación y con la ley por delante para lograr el objetivo nacional que es la desaparición del terrorismo», sentenció, lanzando así el mensaje de que el PP si gobierna, expulsará a los concejales de Bildu de las instituciones con la reforma de la Ley Electoral que los dos principales partidos han aprobado en esta Legislatura.

Si las advertencias al Gobierno se pudieron leer entre líneas, el recado al TC también fue implícito. El líder popular proclamó que sólo han hecho falta 24 horas para que quedara en evidencia la mentira de ETA, en alusión al etarra que salió de la cárcel con una pancarta de apoyo a Bildu. «No nos gusta que Bildu esté en las elecciones; a otros si les gusta. A algunos partidos y a algunos dirigentes políticos, les gusta. Lo han dicho públicamente», añadió, antes de entrar en la materia de la crisis económica, para la que se reservó, una vez más, sus críticas más incisivas al Gobierno.

En Vitoria sacó, por ejemplo, a relucir los últimos datos del FMI –espero que Zapatero no llame «bellaco» al FMI–; y las cifras de crecimiento de Alemania, cinco veces superiores a la española. Con una particularidad en el argumentario, el acento que puso en corresponsabilizar al PNV de la situación económica. «Sin el apoyo del PNV no tendríamos los Presupuestos que han puesto a España donde está. Ni los recortes sociales ni habríamos subido los impuestos». En el País Vasco, el PP se lo juega todo en Álava, sobre todo en la Diputación, donde tiene muchas más esperanzas de ser la lista más votada que en la Alcaldía de Vitoria.

Basagoiti: «A Bildu y a Sortu, ni agua»
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, pidió ayer «mantener alto el listón» de la lucha antiterrorista para que el entorno político de ETA no llegue a los ayuntamientos. En ese sentido, proclamó que «a los de Bildu y Sortu, ni agua». Basagoiti hizo estas declaraciones durante un almuerzo mitin en Vitoria, donde Rajoy, compartió mantel con más de 650 militantes del PP vasco. En su intervención, cargó duramente contra la concurrencia de Bildu a las elecciones locales del 22 de mayo y, recordó que tras ocho días de campaña «los que mandan en Bildu siguen sin condenar ni uno solo de los asesinatos de ETA».