Las fiestas y los etarras por Carmen Gurruchaga

Hace demasiados años que las fiestas patronales del País Vasco son utilizadas por la izquierda abertzale para organizar actos a favor de ETA, de presos de la banda o de reivindicaciones nacionalistas como la independencia. Y pese a que esta situación se repite cada año nunca ha tenido consecuencias penales para los convocantes, aunque en ocasiones sí han sido ilegalizadas organizaciones que apadrinaban las acciones. Pero la izquierda abertzale, por su capacidad para reinventarse (las siglas ilegales han sido sustituidas por otras), ha podido organizar este año nuevas marchas. Herria, sucedánea de la ilegalizada Askatasuna, convoca concentraciones para, supuestamente, exigir el acercamiento de los presos etarras al País Vasco. Pero tras esa fachada se esconde el deseo de enaltecer y mostrar como héroes a los etarras presos. Y lo peor no es esto, sino que un año más, en la Semana Grande de San Sebastián o en la Aste Nagusia de Bilbao, por poner los ejemplos más inmediatos, veremos que los verdugos aparecerán como víctimas y sus imágenes serán reproducidas por diversos medios, sin que resulte claro que quienes portan esas fotografías y pancartas pueden estar cometiendo un ilícito penal. Para las víctimas de verdad, las que han sufrido el zarpazo de ETA, queda el consuelo de que estas concentraciones puedan sumar una prueba más a las que ya está anotando la Fiscalía General del Estado para una posible ilegalización de Bildu.