Comunidad de Madrid
La estampida de los barones del PSM
Se avecinan días revueltos para los socialistas en municipios que, hasta el pasado 22-M, habían sido sus feudos inamovibles. El PSOE no ha conseguido mantener la mayoría absoluta en ninguna de las localidades que integraban el ya extinto cinturón rojo.
En el área sur de la Comunidad de Madrid, los únicos que han conseguido mayorías simples son los alcaldes de Fuenlabrada y Parla. Aunque Manuel Robles y José María Fraile necesitarán a los ediles de Izquierda Unida para gobernar, al menos mantendrán el bastón de alcaldes. Sin embargo, llama la atención que en Parla, el municipio donde el líder del PSM logró en 2003 hacerse con la corona de alcalde más votado de España, la candidatura de Fraile haya empatado a once concejales con el PP tras perder nueve representantes.
Los ciudadanos dejaron el pasado domingo por el camino a alcaldes históricos que sí hacían honor al calificativo que se autoimpuso su secretario general: «Invictus». Enrique Cascallana, Pedro Castro, Rafael Gómez Montoya, José Pablo González, Jesús Dionisio o Juan José Martín fueron adelantados por sus rivales del PP y ahora sólo Castro y Gómez Montoya podrían sobrevivir a base de pactos, en algunos casos hasta antinaturales, con otras formaciones.
En dos semanas todas las corporaciones municipales llevarán a cabo su constitución, pero algunos de los hombres fuertes del Partido Socialista en Madrid ya han dejado claro que, si no es en el Gobierno de su ciudad, no piensan participar de la vida política de sus municipios. Es el caso por ejemplo del hasta ahora regidor de Alcorcón, Enrique Cascallana, o de el de Collado Villalba, José Pablo González. Ambos, tras más de dos legislaturas al frente de sus consistorios, han decidido abandonar la aventura municipal tras cosechar unos resultados catastróficos.
Ellos ya han dado el paso al frente, pero al resto sólo les podría quedar un último empujón. Bien movimientos internos, bien su negativa a sentarse en un sillón como miembros de la oposición, podrían dejar en los próximos días al PSOE sin algunos de sus más reputados «números uno». Algunos se deben al «permiso» de su secretario general; otros, en cambio, podrían coger la puerta y protagonizar la gran estampida.
Enrique Cascallana. Renuncia a liderar la oposición
Resultado 22-M. Tras ocho años en la alcaldía, las urnas decidieron poner un punto y final al PSOE de Cascallana otorgándole 9 concejales, cinco menos que en 2007, frente
al PP de David Pérez que logró quince.
El futuro. Hizo pública ayer su intención de no recoger su acta como concejal del consistorio que ha regido durante dos legislaturas. Entre los motivos de esta decisión, que expresó a los alcorconeros a través de Twitter, están que no desea «que se haga oposición a la oposición» o que, como reconocido máximo responsable de los malos datos conseguidos por el PSOE en la localidad, su presencia en los plenos «podía significar que durante algunos meses nos dedicásemos a hablar de la gestión del anterior alcalde». Esta huida de Alcorcón no significa la salida definitiva de Cascallana de la vida política, ya que continuará como secretario general de la agrupación socialista de la localidad y, como número 9 de la lista de Tomás Gómez a la
Asamblea, será diputado regional.
José Pablo González. De la cuerda floja al abandono
Resultado 22-M. José Pablo González tenía hasta el domingo el título del último barón socialista de la zona noroeste de la región. Desde hacía doce años, Villalba era un bastión inalcanzable para el PP. Sin embargo, el 22-M destronó al «último mohicano» y por goleada. El PP se hizo con 14 concejales (seis más que en 2007) y el González perdió ocho hasta quedarse en seis. La mayoría absoluta del PP vino precedida del escándalo del túnel de Honorio Lozano, una obra faraónica que González adjudicó a un empresario con el que posteriormente viajó, junto a sus familias, a Andorra y Punta Cana.
El futuro. González ya ha anunciado que no recogerá su acta de concejal el próximo día 11 en el acto de constitución del nuevo Ayuntamiento. Lo cierto es que, tras el batacazo electoral, la trayectoria política del alcalde de Villalba en funciones tenía poco recorrido. Él fue uno de los regidores que apoyaron a Trinidad Jiménez en el proceso de primarias socialistas. Desde la victoria interna de Tomás Gómez en octubre de 2010, González se encontraba en la cuerda floja.
Pedro Castro. En las manos de UPyD
Resultado 22-M. Aunque Pedro Castro aún tiene una posibilidad de gobernar en Getafe cuatro años más, de su permanencia podría depender que el PP le arrebate una alcaldía que dirige desde hace 28 años. Los populares fueron la fuerza más votada el domingo con 12 concejales, pero si PSOE e IU pactan llegan a 13 escaños. Con la llave del Gobierno en manos de UPyD (2 concejales), Castro ha iniciado ya las negociaciones. Pero una exigencia del líder del partido «magenta» es precisamente su retirada.
El futuro. A la espera de que el partido de Rosa Díez establezca mañana un criterio general, Castro ya se planteado su retirada. «Todo es susceptible de negociarse», afirmó ayer a Europa Press. La salida de otros grandes barones socialistas y el hecho de que su hijo David Castro continuaría su legado como número 5 de su lista podrían dar el último empuje al presidente de la Federación Española de Municipios. Esta decisión pondría en jaque su permanencia en la FEMP.
Juan José Martín. Batalla entre socialistas
Resultado 22-M. En 2007, Juan José Martín debutó perdiendo las elecciones, pero un año después consiguió convertirse en el alcalde de Pinto a golpe de moción de censura. Lo que no pudo evitar es que la moción destapara la caja de los escándalos en su partido y dimitieran tres de sus concejales. Su apoyo incondicional a Tomás Gómez en el proceso de primarias le permitió repetir como candidato el domingo, pero las urnas le dieron la «estocada». El PSOE perdió tres concejales y el PP sumó tres y se hizo con la mayoría absoluta.
El futuro. Antonio Fernández, predecesor de Martín y alcalde de Pinto durante diez años, ha sido el primero en pedir su dimisión. La hija de éste, Patricia Fernández –una de las concejalas que dimitieron en octubre de 2009–, lleva tiempo preparando la salida de Martín. El secretario general del PSOE pinteño guarda silencio desde el domingo, a la espera de lo que pueda pasar con su «protector» Gómez ante los movimientos que piden su cabeza. Y es que sólo el «jefe» puede salvarle de lo que se «cocina» entre sus ex compañeros de gobierno.
Gómez Montoya. La venganza de Tomás Gómez
Ha manifestado que continuará trabajando por Leganés a pesar de haber perdido su Gobierno, sin embargo, las presiones desde la cúpula del PSM, que ya intentó impedir que se presentara como candidato a la localidad, podrían tambalear el banquillo de Rafael Gómez Montoya en la oposición. El hasta ahora regidor de Leganés, que ha sacado 8 concejales, se ha quedado sin mucha opción y su futuro depende de un pacto de gobierno con Uleg, formación más cercana al PP. Además, la edil Laura Oliva, mujer fuerte de Tomás Gómez en el municipio y próxima diputada regional, se ha postulado para sucederle en diversas ocasiones.
Jesús Dionisio. Unos días de reflexión
Ha sacado sólo ocho de los once concejales con los que formó gobierno en la pasada Legislatura frente a los 14 del PP, que gobernará por mayoría absoluta en Aranjuez. Estos días los ribereños celebran sus fiestas patronales y su hasta ahora regidor, Jesús Dionisio, está, según explicó uno de sus más cercanos colaboradores, sopesando qué hacer con su acta como concejal de la oposición a la vista de la decisión adoptada por el regidor de Alcorcón. Como Cascallana, Jesús Dionisio tiene garantizado un hueco en la Asamblea autonómica. Como número 27 de la candidatura de Tomás Gómez será diputado regional.
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