Cuba

Romney trata de desestabilizar a un firme Gingrich

El aspirante republicano Mitt Romney disparó hoy sus dardos contra el historial empresarial y la capacidad de liderazgo de su rival Newt Gingrich, quien se mostró firme y revitalizado por su victoria del sábado en Carolina del Sur.

El duelo entre los dos precandidatos, virtualmente empatados en cuanto a intención de voto en Florida según las últimas encuestas, acaparó el debate que los cuatro aspirantes republicanos en liza mantuvieron en la Universidad del Sur de ese estado, en Tampa.


Romney, que hasta hace una semana se acomodaba en su papel de favorito en la carrera republicana, no dudó en calificar a Gingrich de "vendedor ambulante de influencias", en referencia a su trabajo de consultoría para el gigante hipotecario Freddie Mac.


Además, recordó la investigación que en 1998 llevó a su rival a dimitir de su puesto como presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, después de que el comité de ética de ese hemiciclo evaluara su presunto uso indebido de fondos. "Creo que (las elecciones) se tratan de liderazgo. El ex portavoz tuvo la oportunidad de liderar nuestro partido en 1994. Y tras cuatro años, tuvo que resignarse en medio de la deshonra", esgrimió Romney.
Gingrich alegó que no pasaría "la noche tratando de perseguir la desinformación de Romney", quien reconoció haber adoptado últimamente un tono más agresivo contra sus rivales tras un inicio de campaña enfocado en el presidente Barack Obama.


"Entiendo este tipo de técnica, que usaste contra (John) McCain y (Mike) Huckabee. Es desafortunada y no va a funcionar muy bien porque los estadounidenses van más allá de ella", dijo Gingrich.
Poco después de que la consultora que posee, Gingrich Group, divulgara el contrato que firmó en 2006 con Freddie Mac, y según el cual recibió 25.000 dólares al mes durante ese año por servicios de asesoría, el precandidato rechazó las acusaciones sobre su presunta relación con el grupo de presión de la compañía en Washington. "Nunca en mi vida he estado involucrado con grupos de presión política", afirmó Gingrich. "Ofrecía consejos estratégicos, basados en gran parte en mi conocimiento de la historia, incluyendo la de Washington".
"Nadie paga esa cantidad para contratar a un historiador", replicó el ex gobernador de Masachusets.


Con la publicación de su declaración de impuestos prevista para el martes, Romney también sintió presión durante el debate, en el que aseguró que los estadounidenses podrán ver cómo él paga "todos los impuestos que se requieren por ley, y ni un dólar más".
"Estoy orgulloso del hecho de que pago muchos impuestos", aseguró Romney, que sin embargo ha sido criticado por pagar una tasa impositiva del 15 %, por debajo de la media de los ciudadanos.


La economía y el supuesto exceso en la regulación financiera centraron de nuevo el debate, en el que el ex senador Rick Santorum criticó a Gongrich y Romney por haber apoyado el proceso de rescate financiero a las grandes firmas tras el derrumbe financiero de 2008, en lugar de dejar que entrasen en bancarrota. "No hay diferencia entre el presidente Barack Obama y estos dos caballeros", aseguró.


Los precandidatos también enfrentaron posturas en política exterior, con especial énfasis en Cuba dada la importante población cubana de Florida, que celebrará sus primarias el 31 de enero. Gingrich subrayó que, de ser presidente, no permitirá "cuatro años más de la dictadura"de los hermanos Fidel y Raúl Castro, y abogó por "emplear cualquier recurso que Estados Unidos tenga en su poder, incluidas las operaciones encubiertas, como (el ex presidente Ronald) Reagan hizo con los soviéticos".


Santorum respaldó el uso de esas tácticas y aseguró que "Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen redes crecientes de gente que trabaja con yihadistas e iraníes, y que están dispuestos a construir plataformas militares a 150 kilómetros de la costa"de EE.UU.

Por su parte, el congresista Ron Paul replicó que "la guerra fría se ha acabado"y consideró que el país vive "en la era de las tinieblas si ni siquiera podemos hablar con los cubanos", en una conversación que, según él, llevaría a una relación de comercio similar a la que Washington mantiene con Rusia o China. En cuanto a las amenazas de Irán de cerrar la navegación en el estrecho de Ormuz, Romney consideró que se trata de un "acto de guerra"y abogó por aumentar el tamaño de las Fuerzas Armadas del país, a lo que Paul replicó que fue Estados Unidos quien cometió el acto de guerra al "bloquear el paso de Irán en el estrecho".
Tanto Gingrich como Romney se opusieron a que pueda haber papeletas en español en las primarias de Florida, pese a que ambos han difundido anuncios en ese idioma en el estado.