Francia

Vientos de recesión

La Unión Europea y la eurozona no ganan para sobresaltos. A la crisis de la deuda soberana desencadenada a principios del presente mes se unió ayer la de la actividad económica, cuyo crecimiento se ha visto frenado bruscamente en el segundo trimestre del año, según confirmó ayer la Oficina de Estadística Europea, Eurostat.

La bolsa de Fráncfort llegó a perder el 2,7%
La bolsa de Fráncfort llegó a perder el 2,7%larazon

Entre abril y junio, el Producto Interior Bruto de la eurozona creció apenas un 0,2% en relación con el trimestre anterior, lo que supone una fuerte ralentización de la economía que parecía haberse consolidado en los tres primeros meses del año, cuando creció como media en la región un 0,8%.

En el conjunto de la Unión Europea, el PIB subió también un 0,2%, un ritmo cuatro veces inferior al del primer trimestre. En términos interanuales, tanto la economía de la eurozona como la del conjunto de la Unión Europea han pasado de crecer a tasas del 2,5% en el primer trimestre a hacerlo al 1,7%.

Tensión en los mercados

Nada más hacerse públicos los datos, el pesimismo se empezó a adueñar de los mercados bursátiles, que a media jornada arrastraban ya pérdidas de entre el 1,5% de París y el 2,5% de Fráncfort, la bolsa más afectada por los malos de dato de Alemania. Al final, los inversores serenaron sus ánimos y los parqués cerraron con bajadas muchos más moderadas.

Alemania, la tradicional locomotora de la economía europea, creció un exiguo 0,1% en el segundo trimestre del año en términos de PIB en relación con el anterior, por debajo, incluso, del incremento de la economía española (0,2%). Entre los meses de enero y marzo, Alemania había repuntado en términos intertrimestrales a una tasa del 1,3%, y del 4,6% en los últimos doce meses.

La otra gran economía europea, la francesa, se ha estancado después de crecer entre enero y marzo un 0,9%. La economía gala ha pasado de tasas interanuales del 2,1% al 1,6%, confirmando las dudas que existen en los mercados sobre su futuro.

El Gobierno alemán considera que la ralentización del crecimiento del PIB observada durante el segundo trimestre del año está dentro las expectativas del ejecutivo. «El a primera vista débil desempeño en el segundo trimestre está dentro de nuestras expectativas», dijo el ministro de Economía, Philipp Rösler, al comentar el aumento del PIB. «En último término se trata sólo de una reacción al extraordinario resultado del primer trimestre», agregó el ministro. El débil incremento del PIB en el segundo trimestre resultó una sorpresa, ya que las previsiones de la mayoría de los expertos hacían esperar un avance de al menos un 0,5%. Los economistas de Destatis cuentan, pese al parón del segundo trimestre, con un desarrollo robusto y sostenido para los próximos meses. Tras registrar un retroceso del 5,1% en 2009 por la crisis financiera internacional, el PIB alemán registró en 2010 un fuerte incremento del 3,7% y, gracias a la nueva subida en el primer trimestre de 2011, el rendimiento económico de Alemania ha superado ya los niveles previos a la crisis.

Italia ha sido el país que mejor comportamiento ha tenido en el periodo analizado. La economía transalpina triplicó el crecimiento del primer trimestre hasta elevarlo al 0,3% (0,8% en términos interanuales). Pese a ello, la actividad sigue en caída libre.




Fitch ratifica la «triple A» de Estados Unidos
La agencia de medición Fitch anunció ayer que mantiene la calificación de la deuda de EE UU en la máxima nota de «AAA» y que lo hace con perspectiva estable, pese a que dos semanas antes, la agencia Standard & Poor's, rebajara la nota de la primera economía mundial un escalón y situarla en «AA». Fitch aseguró que «la afirmación de la calificación de la deuda soberana de EE UU refleja el hecho de que los pilares clave de la solvencia crediticia del país continúan intactos», e hizo hincapié en la «diversificación y buen estado de salud de la economía estadounidense», así como en «la flexibilidad monetaria y de tipos de cambio, que potencian la capacidad del país». Fitch decidió mantener la matrícula de honor, pero aseguró que a finales de año revisará sus proyecciones fiscales en función de los resultados alcanzados por demócratas y republicanos sobre las medidas para reducir el déficit estadounidense.