Feria de Bilbao
Padilla: «Volveré a ver la cara del toro»
Padilla sale del hospital de Zaragoza y viaja a Oviedo
Madrid- Juan José Padilla se presentó ayer delante de los medios de comunicación. Sin trampa ni cartón, para anunciar su alta hospitalaria del centro Miguel Servet de Zaragoza y posterior viaje a Oviedo, donde hoy le estudiará las lesiones del ojo el doctor Fernández Vega. Padilla emocionó por su ilusión, por su fe y por sus ganas de volver al ruedo como meta en el horizonte, aunque todavía queda mucho por pasar. «No le tengo rencor ni a mi profesión ni al toro. El toro me ha dado mucha grandeza. He conseguido muchos triunfos y esto para mí ha sido un accidente», así calificó el torero la dramática cogida que sufrió en la pasada Feria del Pilar de Zaragoza, el día 7 de octubre.
Después de doce días, el diestro gaditano volvía a ver la luz: «Volveré a torear, porque así está escrito en esta profesión y porque si Dios quiere voy a restablecerme pronto», apuntó el diestro que sigue acompañado por Lidia, su mujer, y Adolfo Suárez Illana, íntimo amigo del torero y que juntos, los tres, emprendieron el viaje hacia Oviedo minutos más tarde.
Padilla estuvo arropado en la rueda de prensa por los médicos que le atendieron, entre ellos, el jefe del Servicio de Oftalmología, Luis Pablo; la jefa del Servicio Maxilofacial, Esther Saura, y el gerente de las áreas I y II del hospital, Mario González.
El doctor Pablo calificó de «espectacular» la recuperación del torero y advirtió de que el pronóstico «no es bueno, aunque en medicina nunca se sabe y los milagros existen».
Juan José Padilla apareció en silla de ruedas y sin ningún vendaje, con las heridas al aire, y lo primero que hizo fue dar las gracias «a Dios y a la Virgen del Pilar por echarme un capote». No quiso pasar la oportunidad de agradecer al doctor Carlos Val-Carreres, cirujano jefe de la plaza de toros, y a su equipo. «Estaba esperando la llegada mía y la agonía mía cuando me quedaba tan poca vida». Tampoco pasó por alto a su familia, amigos y al equipo médico que le ha atendido.
Padilla insistió en una idea clara: «volver a ver la cara del toro». Aunque, se lamentó: «Desgraciadamente, como podéis comprobar ahora, tenemos que trabajar en poder recuperar la visión del ojo y si es posible la recuperación maxilofacial». «Mi familia sabe que esto es mi vida, mi profesión y saben que voy a luchar hasta lo indecible para volver, porque es mi felicidad, porque el toro me ha dado triunfos magníficos y porque un toro me haya pegado esta cornada no le voy a guardar rencor ninguno», puntualizó Padilla, quien mantuvo que «las imágenes me causarán impresión, pero no me importará verme». Finalizada la rueda de prensa y tras despedirse del equipo médico, Juan José emprendió rumbo a Oviedo junto a Illana y su mujer, Lidia. El doctor Fernández-Vega le espera. «Está todo bien, ahora está dormido», apuntó Illana de camino.
«Veo a mi hermano ya en Padilla»
«Estamos muy contentos. Ya hemos visto a Juan José en la calle. Ahora queda mucho camino con especialistas, oftalmólogos, maxilofaciales, pero todo está por mejorar, la vida ya la ha salvado», dice Óscar Padilla, hermano del diestro y banderillero, que viajará para estar hoy en Oviedo. La segunda parada del peregrinaje en vías de la recuperación: «Mi hermano se va a acordar toda la vida de la excelente cirugía que le han hecho los médicos. Mañana (por hoy) veremos al doctor Fernández Vega y él nos dirá lo que tenemos que hacer». Cuando Óscar recibió la llamada de este periódico, hacía diez minutos que había hablado con su hermano: «Empiezo a ver a mi hermano en Padilla. Lo ha pasado mal. Los dolores eran fortísimos por la noche, tanto que le tenían que pinchar el calmante en vena directamente, además de las vías que tenía puestas». «Mi hermano ya sabe todo lo que tiene, al principio intentamos dosificarlo, pero ya es consciente. Ha pasado días duros, de bajón, pero hoy está muy ilusionado».
Día a día
7 de octubre
El diestro sufre una terrible cogida en la cara, en la plaza de Zaragoza. Es trasladado al hospital Miguel Servet donde fue intervenido durante seis horas.
11 de octubre
Sale de la UCI y le suben a una habitación con restricción de visitas
19 octubre
Recibe el alta hospitalaria y va a Oviedo para consultar a un especialista.
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