Bruselas

El pacto del euro aleja a Zapatero de los sindicatos

La explicación del presidente preocupa e intranquiliza a Méndez y Toxo

Méndez, Toxo y Zapatero conversan al inicio de la reunión sobre la catástrofe nuclear de Japón
Méndez, Toxo y Zapatero conversan al inicio de la reunión sobre la catástrofe nuclear de Japónlarazon

El jefe del Ejecutivo no consiguió ayer transmitir tranquilidad a los líderes sindicales sobre el pacto del euro, que aprobará el Consejo Europeo, reunido hoy y mañana en Bruselas. Tras dos horas de reunión, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo abandonaron La Moncloa «preocupados e intranquilos». Por eso recordaron el calendario de movilizaciones con el que las centrales sindicales europeas responderán a esta nueva vuelta de tuerca a los «derechos de los trabajadores».

El pacto del euro incluye, entre otras medidas, el requerimiento de no vincular los salarios a la inflación. Aunque el Ejecutivo español se presentó ayer ante la opinión pública con una posición matizada sobre esta cuestión, advirtió, por boca del ministro de Trabajo, de que «si los salarios se comen la productividad» las empresas están condenadas a cerrar sus puertas.

Por eso, José Luis Rodríguez Zapatero desea que en la reforma que preparan sobre negociación colectiva sindicatos y empresarios se haga referencia a que se debe tener en cuenta la evolución de la empresa a la hora de pactar subidas salariales, con el fin de evitar que en etapas anticíclicas como la actual los ajustes empresariales se hagan vía despidos. El Gobierno deja la puerta abierta a que la revalorización del sueldo de los funcionarios siga vinculada a la inflación.

Pese a ello, Méndez, visiblemente molesto, destacó la sintonía reinante con el Gobierno sobre las bondades del actual sistema de revisión de los salarios. La visión de Méndez choca frontalmente con la del Ejecutivo, convencido de que hay que reducir el alto diferencial de inflación que mantiene España respecto a sus socios del euro para no lastrar la competitividad de país. Para ello, Gómez consideró indispensable tener en cuenta la productividad empresarial y prolongar durante un largo período la moderación salarial iniciada.

En este escenario, Zapatero, convencido de que es mejor un acuerdo que un desacuerdo, concedió ayer una nueva prórroga a los agentes sociales para concluir las conversaciones sobre la reforma de la negociación colectiva, cuya finalización estaba prevista el 18 de marzo. Esta ampliación se produce después de que los sindicatos consideraran factible alcanzar este acuerdo a mediados de abril. Ante estas expectativas reales de consenso, el presidente prefirió llegar hoy a Bruselas sin pacto.


Un tiempo razonable
Eso sí, el Gobierno se curó en salud y alertó a las centrales de que la prórroga «debe durar un tiempo razonable», porque hay que acometer más reformas. De lo contrario, lesgislará en solitario. Y es que el Ejecutivo desea incorporar para 2012 la reforma de la negociación colectiva como uno de sus grandes objetivos. Además de los salarios, el pacto del euro establece un plan de afloramiento de la economía sumergida. España acometerá también este plan, que incluirá medidas de amnistía para las empresas que decidan «blanquear» esos puestos de trabajo.

Así lo anunciará hoy Zapatero a sus colegas del euro. El presidente llega a Bruselas con una batería de medidas bajo el brazo, entre las que incluye también la reforma de los servicios profesionales. A la vuelta de la capital belga, el Gobierno negociará este plan de afloramiento de la economía sumergida con los agentes sociales. Con él, el Ejecutivo tratará de dignificar empleos que ahora están sumergidos y contribuir a sanear las cuentas públicas con mayores ingresos vía cuotas a la Seguridad Social e IRPF. Sin embargo, el pacto no convence a Méndez y Toxo, que lo descalificaron por invadir los espacios nacionales consagrados en el Tratado de la Unión, como en el caso de la negociación colectiva.