Un Real Madrid bipolar (78 - 88)

Ya no está Ettore Messina, pero el Real Madrid no está curado. Sigue siendo el mismo de siempre, capaz de arrasar, como hizo ayer en la prórroga ante el Lagun Aro, o de desesperar a cada uno de sus aficionados, algo que sucedió en los últimos minutos de un partido que los blancos estuvieron a punto de tirar a la basura. «Lele» Molin es más tranquilo en la dirección desde el banquillo, no grita ni levanta los brazos cuando algo no le gusta, pero las diferencias con su ex jefe, de momento, no van más allá. La rotación es parecida y las sensaciones también.

En San Sebastián, los madridistas mostraron su bipolaridad, esa que llevó a Messina a la dimisión. Llevaron la iniciativa la mayor parte del choque, con más de diez puntos de ventaja en el segundo cuarto y hasta nueve en el parcial definitivo. Era el momento de apretar y sentenciar, pero lo que ocurrió fue que la gran actuación de Panko casi se lleva por delante el «efecto Molin». Después de sentir que todo podía haber sido más fácil, el Madrid se vio tres puntos por debajo con poco más de medio minuto por delante. Dos triples más seleccionados podrían haber sentenciado, pero al tercer intento Llull forzó el periodo extra, en el que los guipuzcoanos desaparecieron.

78. Lagun Aro (21+14+17+24+2): Salgado (7), Lorbek (5), Kone (2), Doblas (8) y Panko (31) –quinteto titular–, Miralles (7), Uriz (2), A. Sánchez, Baron (16).
88. R. Madrid (25+14+18+19+12): Llull (21), Prigioni (10), Tomic (4), Suárez (14), Reyes (6) –quinteto titular–, Sergio Rodríguez (3), Mirotic (15), Velickovic (6), Fischer (6) y Tucker (3).
Árbitros: Arteaga, Guirao y Zafra. Descalificaron a Doblas y Tucker por faltas personales.