Tristeza y autocrítica culé

BARCELONA- Cansados, tristes y cabizbajos, los jugadores del Barcelona abandonaron lentamente el autocar en la explanada del Camp Nou. Casi medio millar de aficionados los esperaban para animarles, pero no les quedaban fuerzas para nada. No hubo un gesto de complicidad. Uno a uno, sin levantar la mirada del suelo, los azulgrana se dirigieron a sus coches para llegar a casa cuanto antes. Lo necesitaban. Después de perder ante el Madrid la final de Copa, pasaron la noche en Valencia. Muchos apenas pegaron ojo.

La tristeza que invade al barcelonismo en general y al vestuario en particular no impide que se lleve a cabo un profundo análisis de los errores cometidos. Pep Guardiola es el primero en pedir autocrítica. En analizar todo lo que sucedió en Mestalla y sacar conclusiones para impedir que se vuelvan a cometer los mismos fallos en el futuro inmediato, en la semifinal de la «Champions».

Hay varios aspectos que preocupan al cuerpo técnico para el tramo final de temporada. El primero es la escasa eficacia de los azulgrana ante la portería rival, que contrasta con la eclosión goleadora de hace algunos meses. Tampoco pasa por alto el mal estado de forma de algunos jugadores. Villa, por ejemplo, lleva once partidos sin marcar y en Mestalla no estuvo fino. A pesar de todo, Guardiola mantiene toda su confianza en el «Guaje», que está haciendo una buena temporada en juego y números.

Además del trabajo táctico que tiene el técnico por delante, sobre todo ante los dos partidos de la Liga de Campeones, el aspecto psicológico también será muy importante. Guardiola deberá seleccionar sus discursos muy bien para intentar devolver el ánimo a sus jugadores, abatidos tras lo sucedido en la final de Copa a pesar de tener el título de Liga prácticamente garantizado. El mensaje que pretende inculcar el técnico culé es claro: «Eliminar al Madrid en la "Champions"curará todas las heridas habidas y por haber».

Pero el partido de Mestalla ha dejado más secuelas de las deseadas. Adriano era uno de los jugadores que había dado un paso adelante en las últimas semanas tras la lesión de Abidal, pero se retiró antes de tiempo por problemas musculares. El brasileño estará cuatro semanas de baja por una rotura fibrilar y se perderá el doble duelo ante el Madrid. Puyol sí estará en condiciones.