Rusia
Berlusconi: vacaciones de soltero
El primer ministro italiano pasa su primer verano como divorciado en Villa Certosa, la residencia de sus juergas estivales. Sin embargo, esta vez ha regresado con sus hijos y nietos en busca de «paz y tranquilidad»
«Yo me siento tranquilo y en paz». Éstos son los dos pilares en los que ha querido edificar sus vacaciones el primer ministro italiano. «Il Cavaliere» afronta así el primer verano de soltero después de que el pasado mes de mayo firmara el divorcio de su segunda esposa, Verónica Lario, con la que compartió nada menos que treinta años de matrimonio.
Mientras tanto, Lario se escapaba en junio a las playas de Formentera –acompañada de su hija Eleonora, de su novio y su nieto Alessandro, hijo de su primogénita, Bárbara–. La ex de Silvio Berlusconi huía de Italia al tiempo que el político se enfrenta a su pasado en Cerdeña, el lugar de vacaciones de la familia desde hace más de dos décadas y en el que se encuentra esta semana.
Tras largos meses de negociaciones, en los que la ya ex esposa del político pedía tres millones de euros mensuales como compensación económica por lo sufrido, Lario se conformó con 300.000 al mes, el usufructo de algunas propiedades –entre ellas, su residencia, Villa Belvedere, valorada en 80 millones de euros– y una garantía en firme de que sus tres hijos en común, Bárbara, de 25 años, Eleonora, de 23, y Luigi, de 21, tendrían el futuro resuelto en las empresas del magnate.
Hay quien asegura que este desembolso mensual le ha obligado al líder italiano a recortar los gastos de sus vacaciones. Incluso se publicó que Berlusconi había puesto a la venta por 450 millones de euros Villa Certosa, la mansión en la que disfrutaba de las juergas de madrugada con sus «velinas» y que propiciaron el fin de su vida de casado. Ubicada en el norte de la isla de Cerdeña, este complejo urbanizado cuenta con 80 hectáreas de terreno y unos 4.000 metros cuadrados construidos: 2.600 corresponden a la mansión principal y, el resto, a otras tres residencias.
Sin embargo, a la vista está que Villa Certosa no le trae malos recuerdos y la mantiene dentro de sus propiedades preferidas, al igual que las otras dieciocho casas que posee, repartidas por el resto del país. ¿La prueba? Ha sido su destino elegido para las primeras vacaciones como un galán de 74 años sin vínculos legales con mujer alguna. Hasta allí se ha desplazado con sus hijos, Luigi y Bárbara, así como el esposo e hijos de ésta, Alessandro y Eduardo.
«El primer ministro está disfrutando de unos días de descanso y de un ambiente tranquilo. Pasa el tiempo sin hacer prácticamente nada. Madruga para leer los periódicos, responde a unas cuantas llamadas telefónicas para trabajar con sus colaboradores más cercanos y luego se vuelca con los suyos. Nada de encuentros con líderes internacionales ni fiestas», aseguran desde el equipo de comunicación de Berlusconi. Así, durante el almuerzo, el abuelo sorprende a sus invitados con un par de canciones, si bien echa en falta al napolitano Mariano Apicella, el guitarrista con el que ha compuesto varios temas y grabado otros tantos con el amor como única fuente de inspiración. Pero Apicella está de gira y al político le toca improvisar a capella. Tras la siesta vespertina, se pone en contacto con aquellos amigos que no han podido acompañarle, y por la noche suele preparar cenas en el invernadero de la casa. Unas vacaciones en familia que, sin embargo, tienen mucho de proyección mediática. Primero, apostar por un veraneo «low cost» le permite transmitir la imagen de un líder llano y cercano a los problemas de los ciudadanos en plena crisis económica y teniendo en cuenta el enfado de los vecinos del Abruzzo por la falta de ayuda para reconstruir la región castigada por el terremoto del pasado año. Por otro lado, mostrarse como padre y abuelo ayuda a romper con el perfil de mujeriego que él mismo se ha encargado de construir y que se le fue de las manos el verano de 2009, cuando saltó a los medios su papel como anfitrión en Villa Certosa de la fiesta de mayoría de edad de Noemi Letizia.
«Por favor, no me pidáis que haga una declaración. He venido aquí a pasar tres días de descanso. Estoy ejerciendo de abuelo abuelo, no hablaré de política», comentó a los periodistas en un nocturno baño de multitudes que se dio acompañado de su familia y amigos –en total, unos 20 comensales– cuando acudió a una cena en el restaurante Da Giovannino en el centro de Porto Rotondo. Los reporteros se mostraban preocupados por la crisis del partido que lidera, pero a él sólo le interesaba ser retratado con su nieto.
Proclama filosófica
Entre vítores –«No te rindas», le decía una ciudadana– y aplausos, el líder del Partido del Pueblo se subía en su coche blindado de vuelta a casa, no sin antes lanzar una proclama filosófica a su admiradora: «Tenemos que aguantar, aunque los cementerios están llenos personas que se consideran indispensables», Berlusconi dixit.
No es de extrañar la ovación de los habitantes de la isla a «Il Cavaliere», sobre todo al recordar que desde que decidiera hacerse con una propiedad en la isla en 1988 se ha disparado el turismo insular con un perfil de cliente medio alto, ya que allí veranean las familias más ricas de Arabia Saudí, Rusia y Gran Bretaña, con permiso de Saint Tropez. Así, en la zona norte, conocida como Costa Esmeralda, donde se encuentra Villa Certosa, alquilar una casa puede costar unos 7.000 euros a la semana.
Poco, sin embargo, le va a durar la calma a Berlusconi, que el viernes tiene previsto reunir a los dirigentes del partido y a sus ministros para comenzar el trabajo con la vista puesta en el nuevo curso político con un documento de trabajo para lograr la confianza del Parlamento italiano con un programa que abarcaría los cuatro próximos años.
Los apasionados herederos de Il Cavaliere»
Luigi - 22 años
Su padre le ha sentado en el Consejo de Administración de la aseguradora Mediolanum y este verano ha navegado en aguas de Cerdeña con su novia Francesca.
Eleonora - 24 años
Es becaria del grupo financiero Finivest, propiedad de su padre y que dirige su hermana Marina. Mantiene una relación con el modelo Fernando Machado.
Bárbara - 26 años
Casada y con dos hijos, fue muy crítica con su padre tras el escándalo de las «velinas». Estudia Filosofía y ha pedido en puesto en la editorial Mondadori.
Pier Silvio - 41 años
Con un físico de «top model», es vicepresidente de Mediaset y lleva diez años con la periodista Silvia Toffanin. Fueron padres en junio, aunque él tiene otro hijo de 20 años.
Marina - 43 años
La primogénita de Berlusconi es la mujer más rica de Italia pues gestiona todas las empresas de su padre. Casada con un bailarín de La Scala, tienen dos hijos
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