La Habana
Castro aprende del «comunismo de mercado» en China
El dictador cubano eligió Pekín como destino de su primer viaje oficial
El dirigente cubano, Raúl Castro, aterrizó el miércoles en Pekín, en su primer viaje oficial al extranjero desde que relevó a su hermano en 2008 al frente del país. La elección del destino no es casual, ya que China ha ido ocupando, poco a poco, el vacío que dejó la Unión Soviética en la isla tras su derrumbe, aunque su tutela e influencia es por ahora mucho menos determinante y generosa que la que estableció Moscú durante décadas
Sea como sea, el gigante asiático no sólo se ha convertido en la única gran potencia aliada del régimen castrista, sino que también es uno de sus dos principales socios comerciales (solo por detrás de Venezuela). Además de financiar proyectos y comprar materias primas, las
multinacionales chinas venden hoy a Cuba electrodomésticos, ordenadores, automóviles, camiones y otros muchos bienes industriales que dejaron de renovarse en los hogares y ciudades caribeñas tras la caída del telón de acero.
El dictador cubano, quien viajó por China en dos ocasiones en el pasado, ha podido empaparse durante cuatro días de un modelo en el quelos economistas castristas llevan años fijándose. China, insisten muchos expertos dentro y fuera de Cuba, podría iluminar el camino de las reformas de mercado que tanto necesita el régimen caribeño. Cambios económicos que ya se están empezando a experimentar en la isla, donde en los últimos años se ha abierto tímidamente la mano a la iniciativa privada.
Aunque no han trascendido apenas detalles de las reuniones, Raúl Castro ha sido atendido durante su visita con unos honores que Pekín reserva a pocos jefes de estado. Se ha reunido con el presidente, Hu Jintao, el primer ministro, Wen Jiabao, el presidente del Legislativo, Wu Bangguo, e incluso con Xi Jingping y Li Keqiang, llamados a tomar la alternativa de mando en 2013. Por mucho que se haya abierto al libre mercado, China mantiene una cierta coherencia ideológica en su liturgia y sus relaciones diplomáticas. Y Cuba tiene reservado un pedestal de honor en el panteón de la revolución maoísta, al ser el primer país latinoamericano en establecer relaciones con Pekín y uno de sus más antiguos aliados.
La agenda de la visita parece haber estado centrada en temas económicos. Según fuentes consultadas por La Razón, se habrían firmado al menos tres "acuerdos importantes"y China se habría comprometido a la concesión de créditos y ayuda tecnológica. Según la agencia Xinhua, el presidente chino, Hu Jintao, habría hablado de "estrechar los lazos"en material de comercio, energía, construcción de infraestructuras, agricultura y biotecnología. Además de posicionar a sus empresas antes de que comiencen las aperturas, China busca en Cuba
materias primas, recursos energéticos (principalmente los yacimientos petrolíferos del Golfo de México en aguas cubanas) y un aliado estratégico frente a Estados Unidos.
Tras abandonar Pekín, Castro pasará brevemente por Vietnam, otro país comunista y viejo aliado de Cuba desde la guerra con Estados Unidos. El Gobierno de Hanoi, además, también lleva décadas sacando adelante reformas económicas que han acelerado notablemente el crecimiento del PIB y cuyo relativo éxito se estudia en las universidades de La Habana.
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