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Los mapas de Google alientan la guerra más absurda

La que se ha liado en Centroamérica a cuenta de Google. Un error de apenas un milímetro en sus mapas (2,7 kilómetros arriba o abajo sobre el terreno) ha hecho resucitar los tambores de guerra entre Nicaragua y Costa Rica, después de que Managua invadiera una zona en disputa amparándose en la cartografía del gigante de internet

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortegalarazon

Hubo un tiempo en el que los mariscales de campo invadían países con mapas en la mano, se guiaban por soldados y artillería en miniatura sobre un tablero y dictaban órdenes a caballo, desde lo alto de una colina, mientras sus hombres se despedazaban en el valle. Ahora la guerra está agazapada en las coordenadas de Google Maps y depende de hasta dónde se pulse la lupa de aumento.

Puede parecer una exageración, pero no lo es. Costa Rica y Nicaragua contienen esta semana la respiración ante los esfuerzos internacionales por evitar el pulso bélico más absurdo de la era de las nuevas tecnologías. Un río, un campamento militar, unos mapas confusos y una disputa histórica son los ingredientes que lo han desatado.

El problema surge después de que, tomando como referencia los mapas satelitales de Google, soldados nicaragüenses se adentraran 2.7 kilómetros en el territorio que Costa Rica considera como propio, una porción de Isla Calero a la orilla del río San Juan. Según el gobierno de Daniel Ortega lo hicieron en busca de narcotraficantes. Según el de Laura Chinchilla, con fines militares.

Como primera providencia, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha ordenado la retirada de las tropas invasoras de la desarmada Costa Rica. Ortega ya ha anunciado que no está dispuesto a hacerlo.

¿Tan grave es la situación? "Esperamos que el calentamiento electoral en Nicaragua no sea el motivo para provocar un enfrentamiento armado con un país vecino que no tiene ejército. Que la falta de apoyo electoral del presidente Ortega no lo lleve a la desquicia de invadir otro país para buscar levantar un nacionalismo a su favor", clamaba el columnista Héctor Ygonet Céspedes, no desde el país agredido, sino desde las páginas del nicaragüense "La Jornada".

Más angustiosa es la situación al otro lado de la frontera. El editorialista de La Nación, el primer periódico de Costa Rica, lanzaba este domingo un llamamiento desesperado al mundo con la pasividad de París y Londres ante la invasión nazi de los Sudetes como telón de fondo: "El mundo no ignora que en Nicaragua no hay una democracia, sino un régimen autoritario que actúa conforme al patrón chavista. Sabe de nuestra ejemplar democracia y nuestra trayectoria de paz, y también de las funestas consecuencias que podría acarrear no brindarnos su apoyo en la actual coyuntura hemisférica. Todavía están vivos los recuerdos del capítulo de Chamberlain, la cita de Múnich y el abandono de Checoslovaquia".

Google ha admitido "una inexactitud"que solventará, aunque se resiste a que sus mapas se conviertan en arma arrojadiza. "De ninguna manera pueden ser tomados como referencia al momento de decidir acciones militares entre dos naciones", señala Daniel Helft, gerente general de Políticas Públicas de Google para la región.

Perejil, ¿marroquí?
No es la primera vez que un desliz de Google levanta ampollas. Estos días se ha visto obligado también a anunciar que enmendará el error de atribuir a Marruecos la soberanía del peñón de Perejil.

El equipo de geopolítica de Google, con sede en California, consultó con varios expertos e incluso con las Naciones Unidas y decidió declarar este territorio en disputa y no considerarlo ni marroquí ni español en su servicio de mapas. Un incidente que, visto lo que está ocurriendo en el Sahara, no parece que vaya a ocupar mucha atención en las cancillerías de los dos países.