Cataluña

El «teatro» del Gobierno y del PNV sobre el Sáhara

Los nacionalistas vascos han decidido tensar su alianza con el Ejecutivo y escenificar otro tira y afloja con los socialistas en el Congreso. Si el pasado martes el PNV salvaba a Rodríguez Zapatero de tener que dar explicaciones sobre los sucesos en el Sáhara, ayer, en un giro inesperado de 360 grados, los nacionalistas se desdecían y exigían la comparecencia del presidente para que informe sobre el «injustificado y violento» ataque marroquí en El Aaiún.

La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, explicó ayer en el Senado que las relaciones con Marruecos son «prioritarias»
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, explicó ayer en el Senado que las relaciones con Marruecos son «prioritarias»larazon

Petición que se traducirá en una enmienda a la moción que ERC-IU-ICV defenderán en el Pleno del día 30 sobre el papel que el Gobierno de España está desempeñando ante la dramática situación que padece el Sáhara . Tal y como consta en el comunicado enviado por los nacionalistas vascos, su objetivo es añadir que «el presidente del Gobierno deberá comparecer ante esta Cámara en el primer Pleno a partir de la aprobación de esta moción». O lo que es lo mismo, que de salir adelante esta moción, Zapatero deberá comparecer en la primera sesión plenaria disponible en diciembre.
No obstante, el PNV ha intentado explicar este juego de malabares político y justificar su actitud.

El pasado martes, el Grupo Mixto, ERC e IU, con el apoyo del PP, exigieron en la Junta de Portavoces la comparecencia urgente y extraordinaria de Zapatero, pero la ausencia de los portavoces de CiU, ERC e IU, de campaña electoral en Cataluña, permitió a los nacionalistas vascos y al PSOE dejar sin efecto la petición. Y basándose en todas esas ausencias, el PNV dice ahora que introduce esta enmienda, ya que «tienen que quedar claras» las posiciones de las distintas fuerzas políticas.

Pero las posiciones de los grupos están más que marcadas desde que comenzaron los incidentes en el Sáhara. Será el día 30 cuando todo el arco parlamentario se retrate y vote la citada moción. Entonces será el momento también de que el PNV demuestre si pesa más su «compromiso y total solidaridad» con el pueblo saharaui o su alianza con los socialistas.

Sin embargo, en el Senado la ambigüedad del PNV se diluye por completo cuando se trata de valorar la actuación del Ejecutivo ante los ataques de Marruecos. Su condena y sus críticas a los miembros del Gobierno han sido constantes y sin dilación alguna. A modo de ejemplo: en el último Pleno de la Cámara Alta, celebrado el 16 de noviembre, la senadora vasca Miren Lore Leanizbarrutia acusó al Ejecutivo de anteponer los intereses económicos con Marruecos a los del pueblo saharaui. Crítica a la que se unieron todos los grupos parlamentarios, excepto el PSOE.

Y esa crítica unánime se repitió ayer en la Comisión de Exteriores de la Cámara Alta, tras escuchar las explicaciones de la titular de esta cartera, Trinidad Jiménez. La ministra se volvió a mostrar vaga en sus conclusiones. Reiteró que España «no tiene ninguna capacidad de acción ni de potencia administradora, bajo ningún concepto» y matizó que «no se puede calificar a Marruecos como potencia ocupante», ya que ejerce un control «de facto», fruto del acuerdo al que se llegó cuando España abandonó la colonia en 1975. Además, matizó sus palabras de esta semana sobre la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara (Minurso). Ante Hillary Clinton dijo que debería «ampliar su capacidad para la vigilancia y protección de los Derechos Humanos», mientras que ayer condicionaba ese aumento al visto bueno del Grupo de Amigos del Sáhara.

Y mientras la oposición en bloque le exigía nuevamente que condenase la actuación marroquí, Jiménez reiteraba que «el Gobierno considera que las relaciones con Marruecos constituyen una de las prioridades de su política exterior». Así las cosas, todo apunta a que la moción de condena, que se votará el martes, saldrá adelante con el voto de todos las fuerzas, salvo los socialistas.