Club de Campo

«Valencia es una ciudad inacabada crece pero no tiene servicios»

«Valencia es una ciudad inacabada crece pero no tiene servicios»
«Valencia es una ciudad inacabada crece pero no tiene servicios»larazon

- Cuando salió reelegida dijo que no esperaría a que los partidos políticos la llamaran, que serían los vecinos los que les presentarían sus reivindicaciones, ¿ya las tienen listas?
 -Sí y tenemos previsto presentarlas antes de noviembre para darles ideas que incluyan en sus programas electorales. Hay reivindicaciones que llevan en marcha mucho tiempo y que creemos que es hora de que se cumplan.

-Dígame el punto clave de sus demandas.
-Uno de ellos es la participación ciudadana. En muchos ayuntamientos existen lo que se conocen como presupuestos participativos. Aquí se le tiene mucho miedo a esa idea. Los políticos aprenderían mucho de la experiencia.

-Y en el terreno, ¿cuáles son actualmente las prioridades de los barrios de la capital?
-Que todos los servicios públicos sean de calidad. Somos conscientes de que los procesos de expropiación son largos, pero no se pueden dilatar en el tiempo. Hay muchas zonas de Valencia que no tienen de nada. En las zonas viejas, la excusa es que el barrio está consolidado, y en las nuevas, que los servicios públicos se crearán en los PAI (Planes de Actuación Integral).

-¿En qué barrios se notan más esas deficiencias?
-En los nuevos. Valencia es una ciudad inacabada. Crece, pero no tiene nuevos colegios, ni centros sanitarios, ni transporte público... Lo que sí tiene son grandes solares llenos de hierbas y animales de todo tipo. Todos los años le enviamos al Ayuntamiento lo que yo llamo «El libro gordo de Petete», y admito que se han hecho cosas, pero son necesarias muchas más. Es cuestión de dar prioridad a los servicios y menos a la proyección internacional de la ciudad. Es cuestión de ideas, no de dinero. Hay muchas cosas que se pueden hacer sin grandes obras faraónicas.

-Pero todas las Administraciones coinciden en que es hora de frenar las inversiones y apretarse el cinturón.
-Pero antes sí había dinero.

-¿Y no es momento de rebajar las exigencias?
-No nos vamos a callar. Si no hay dinero, no hay dinero para nada, tampoco para eventos.

-¿Qué haría usted con el antiguo ayuntamiento de la avenida Aragón?
-Si se cierra se va a estropear, mejor usarlo. Es preferible realizar actividades sociales, se puede utilizar muchísimo. Todo menos cederlo para que se levante otro edificio.

-¿Cuál de las tres Administraciones trata mejor a los vecinos? ¿quién les escucha con más atención?
-Todas. Con el Ayuntamiento de Valencia tenemos una relación fluida, aunque cuando escuchan nuestras peticiones, hay zonas oscuras y zonas claras, como con la oposición.

- ¿Oscuras como con el asunto del Cabanyal?
-El Ayuntamiento sabe desde hace mucho tiempo cuál es nuestra posición, y es que nunca estaremos a favor de la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez. Todos han contribuido a que el barrio sea un caos. Si se hubiera hecho algo cuando se debía, no estaríamos ahora hablando del Cabanyal. En estos momentos, existen dos opciones, o que pasen las excavadoras, o que se recupere un barrio con tanta solera.

-Las concesiones de licencias de obras en esta zona están paralizadas hasta que Ayuntamiento y Gobierno central se pongan de acuerdo o ceda uno de los dos ¿Le han llegado quejas de vecinos al respecto?
-Claro, y es que el asunto está en tierra de nadie. La paralización no quiere decir que una persona no pueda hacer obras en su casa. Parece una excusa para que el barrio se deteriore más. Lo mejor es la rehabilitación. Hay mucha gente que se ha tenido que marchar de su casa llorando porque la situación era muy mala y hacía años que no les concedían licencia para hacer nada.

-La aspiración del actual Gobierno local es que la ciudad no crezca mucho más en habitantes. Que Valencia sea una ciudad que no supere el millón de vecinos ¿está de acuerdo?
-No sabría decir. Se tiene que planificar mucho. No es que los técnicos sean malos, es que no bajan a la calle y desconocen las necesidades reales de la ciudad. Si lo hicieran, los proyectos serían distintos.

-¿Joan Calabuig o Manolo Mata? (candidatos a las primarias municipales por el PSPV-PSOE)
-Yo voy a votar, pero no son mis candidatos.

-¿Les conoce?
-Creo que yo, que no estoy afiliada, no puedo opinar sobre cuál es mejor. Interferir, como hacen muchos, en las decisiones de los partidos, no es bueno.

-¿Qué hay en su agenda para los próximos días?
 -Alegaciones al PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), presupuestos, propuestas a los partidos... Los vecinos aún tenemos mucho que hacer y decir.


PERFIL: Miedo superado
«¿En qué barrio de Valencia no viviría? Lo siento, pero yo viviría en todos». Claro, lo tiene muy claro. María José Broseta hace de su cargo, su bandera, «pero sin gorro político». Afirma que lo que más le gusta es que la acusen de pertenecer a un determinado partido. «Dicen que soy del PP, del PSPV o de EU, depende del día». «Pero no digo a todo que sí sólo porque me den una subvención», aclara. A su juicio, tal catalogación significa que lo están haciendo bien, que no se casan con nadie. Ella sonríe mientras batalla por los intereses de más de ochenta asociaciones. Ésta es su segunda legislatura, pero no muestra signos de cansancio, es más, ahora se encuentra más ilusionada que cuando empezó. Ha aprendido mucho y asegura que ha superado muchos miedos personales, entre los que no se encontraba el entrar a los despachos, porque cree que con educación se llega a cualquier parte.