Ginebra

Un vídeo revela cómo se interroga en el Abu Ghraib británico

Un vídeo publicado hoy por el diario "The Guardian"muestra, según el periódico, "el sistemático y brutal"maltrato de presos iraquíes sometidos a interrogatorios en un centro militar secreto, calificado como el Abu Ghraib británico.

Esta grabación es una de las dos que se presentaron hoy en un tribunal británico encargado de la denuncia de malos tratos presentada por los abogados de doscientos antiguos presos en el Irak ocupado. En uno de los vídeos se ve a un supuesto insurgente iraquí rodeado de dos soldados británicos que le gritan, insultan y amenazan con ejecutarle, mientras el preso se queja de que no le han dejado dormir ni le han dado nada de comer o beber durante dos días. Al final de cada interrogatorio, le obligan a ponerse unas gafas negras, le colocan orejeras y se le ordena que junte las palmas de las manos para que un guardia pueda llevársele tirando de los pulgares.
 


Sus abogados afirman que el detenido fue golpeado salvajemente y explican que pueden escucharse los golpes iniciales y luego, al final del vídeo, las quejas de esta persona. Según el diario, existen más de 1.200 grabaciones de ese tipo hechas durante los interrogatorios. El tribunal londinense, que deberá decidir si se procede a una investigación pública de lo sucedido, recibió información de las numerosas pruebas que existen de malos tratos infligidos a los iraquíes, desde privaciones sensoriales, de sueño y de comida hasta amenazas de ejecución.

Todas esas prácticas, prohibidas por las convenciones de Ginebra, ocurrieron supuestamente en un centro militar dependiente del Equipo Conjunto de las Fuerzas Conjuntas británicas (JFIT, en sus siglas en inglés) en las proximidades de la ciudad iraquí de Basora.

El tribunal escuchó también que presos iraquíes sufrieron palizas y fueron obligados a estar de rodillas durante hasta treinta horas seguidas y algunos fueron sometidos a electrochoques. Hay reclusos que denuncian que sufrieron humillación sexual por mujeres soldados, mientras que otros se quejan de haber permanecido encerrados durante varios días en celdas de un metro cuadrado.

La revelación de estas pruebas de torturas y maltrato de prisioneros se produce semanas después de que fuentes del Ministerio de Defensa reconocieran que soldados británicos son sospechosos de homicidios y asesinatos de civiles iraquíes. En julio pasado comenzó una primera investigación en torno a la muerte en septiembre de 2003 de un recepcionista de hotel iraquí de 26 años llamado Baha Musa, como consecuencia de las torturas sufridas mientras se encontraba bajo custodia británica.

También se ha informado de que otro iraquí fue matado a patadas en un helicóptero de la Royal Air Force y de que otros dos murieron tras ser detenidos para someterlos a interrogatorios. Según el abogado Phil Shiner, de la organización Public Interest Lawyers, lo ocurrido "suscita graves interrogantes en torno a las prácticas y técnicas aplicadas a los presos iraquíes". "Nuestros clientes tienen derecho a que se investiguen ahora mismo los casos denunciados y no dentro de varios años, cuando se hayan perdido u olvidado todas las pruebas", declaró Shiner a "The Guardian".

El Ministerio británico de Defensa, que asegura que ha montado su propio equipo de investigadores para examinar las denuncias, no considera, sin embargo, necesaria una costosa indagación pública, como reclaman los abogados. El mes pasado, el mismo periódico reveló que durante varios días después de la muerte del recepcionista iraquí los militares británicos seguían entrenando a los futuros interrogadores en técnicas que violan abiertamente las convenciones de Ginebra.

Un segundo vídeo difundido hoy por "The Guardian"en internet muestra uno de esos entrenamientos. Las instrucciones son humillar, desorientar, agotar y suscitar ansiedad y terror en la persona sometida a interrogatorio.