CiU hurga en las fugas del PSC para tratar de evidenciar su debilidad

Barcelona- Las deserciones en las filas del PSC han sido recibidas como agua de mayo en CiU, convertidas en la baza perfecta para recriminar la flaqueza de los socialistas y para intentar erigirse, de nuevo, como «pal de paller» del catalanismo. En esta línea se expresó ayer el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, en su carta web semanal dirigida a la militancia, donde subrayó que el «alma catalanista del PSC» apuesta por un gobierno de CiU tras las catalanas.
Argumentos no le faltan al socialcristiano, ya sea la entrevista del ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall que apostó por un gobierno de CiU porque «toca» o el abandono de Jaume Sobrequés, que hoy participará en un acto junto al candidato de CiU, Artur Mas. Esto, sin olvidar abandonos como el del conseller de Economía, Antoni Castells, o los coqueteos del ex conseller de cultura, Ferran Mascarell, con la casa gran del catalanisme.
El propio Mas tampoco quiso dejas escapar la oportunidad de meter el dedo en la llaga socialista. El presidente de la federación nacionalista apreció que el proyecto liderado por el presidente de la Generalitat, José Montilla, va menguando a medida que pasando los días. «Es un proyecto que se va haciendo pequeño, se va reduciendo», afirmó. Más allá de allá de la desmembración del sector catalanista del PSC, Mas incidió también en la ruptura con Ciutadans pel Canvi (CpC), la plataforma de apoyo a Maragall que ha hecho coalición con los socialistas catalanes durante once años. Para el líder de los nacionalistas, estos son dos ejemplos de la «falta de capacidad» de empuje de socialismo catalán.
Incidir en la pérdida de peso del catalanismo en el PSC se ha convertido en el principal filón preelectoral de CiU. Esta misma semana, el secretario general adjunto de CDC, FelipPuig, recordó que hay estadísticas que apuntan que 250.000 votantes socialistas podrían decantar su voto hacia CiU, en estos comicios.