Asia

Japón

La lenta recuperación de los supervivientes del tsunami

Japón trata de volver a la rutina reactivando sus servicios, aunque unas 400.000 personas permanecen en los refugios

Una mujer llora en Onagawa, en la prefectura de Miyagi, la más afectada por el demoledor tsunami
Una mujer llora en Onagawa, en la prefectura de Miyagi, la más afectada por el demoledor tsunamilarazon

OSAKA-Una semana después del mayor seísmo de la historia de Japón, las zonas devastadas comenzaron hoy a recuperar algunas infraestructuras esenciales y los supervivientes a recibir, con cuentagotas, alimentos y electricidad. Unas 90.000 personas, incluido personal militar y de la Policía, trabajan a la carrera para trasladar a lugares seguros a unas 16.000 personas que siguen aisladas en precarios refugios en zonas arrasadas de provincias como Miyagi, Ibaraki y Fukushima.

Además, hay cientos de miles de evacuados, buena parte de ellos a causa de la crisis en la planta nuclear, donde los operarios tratan por todos los medios de evitar una fuga masiva de radiactividad que cause un desastre y obligue a aumentar el área de evacuación. La televisión pública NHK hablaba ayer de cerca de 400.000 personas resguardadas en 2.000 refugios, muchas de ellas sin alimentos, electricidad, gasolina ni calefacción para ayudar a sobrellevar las bajas temperaturas.

En Tohoku, capital de la provincia de Miyagi, casi todas las tiendas de la zona comercial cercana a la estación ferroviaria habían reabierto ayer sus puertas, igual que en la cercana localidad de Tome, donde se logró restaurar el suministro eléctrico y el tren bala reanudó sus servicios entre Morioka y Akita. Con la apertura de las carreteras los vehículos comenzaron a circular de nuevo y la ayuda a llegar a las zonas devastadas, eso sí, muy lentamente: en el pueblo de Minamisanriku (también en Miyagi), que quedó prácticamente engullido por el mar, los supervivientes lamentan la escasez de alimentos, combustible y medicinas. «Ha pasado una semana y ahora tenemos que hacer frente el frío. Al principio había unas diez personas enfermas y ahora son ya treinta», declaraba a la televisión NHK una de las enfermeras de un refugio de esa zona.

En vista del elevado número de viviendas destrozadas por el tsunami, el gobernador de Miyagi, Yoshihiro Murai, reconoció hoy la imposibilidad de dar un techo a corto plazo a los supervivientes, y pidió que se trasladen en la medida de lo posible a otras regiones.«Las condiciones de vida mejorarán si se van a otras provincias. No es una petición vinculante, pero espero que las personas afectadas cooperen», dijo, citado por la agencia local Kyodo.
Está previsto que la reubicación de los afectados se prolongue entre seis meses y un año, hasta que se complete la construcción de viviendas temporales.

El Gobierno también evalúa organizar un gran traslado de los supervivientes que están en los centros de evacuación de la región de Tohoku a otras áreas, y el primer ministro, Naoto Kan, pidió hoy a otras provincias que colaboren a la hora de acogerlos. Las condiciones son especialmente duras para algunos pacientes que, por temor a la radiactividad, han tenido que ser trasladados desde hospitales cercanos a la central nuclear de Fukushima hasta los refugios. Según Kyodo, al menos 21 enfermos, muchos de ellos ancianos, han perdido la vida durante estos traslados. Efe


Antena 3, Onda Cero y LA RAZÓN, con las víctimas
Una buena manera de ayudar a la población afectada por la cadena de desastres que ha sufrido Japón en los últimos días es el envío de alimentos y equipos de rescate. Al terremoto y posterior tsunami se ha unido el accidente nuclear. Japón, a pesar de ser un país desarrollado, se encuentra al borde del abismo y necesita toda nuestra ayuda. Es por lo que desde Antena 3, Onda Cero y LA RAZÓN pedimos su colaboración. Envíe la palabra JAPON al 28077 desde su móvil y el contenido íntegro será destinado a la Cruz Roja. A esta campaña se suman otras como la que protagoniza el delantero del Atlético de Madrid Kun Agüero, quien ha grabado un vídeo en el que solicita ayuda para las víctimas del seísmo y el tsunami.