Ciencias humanas

Por qué son contagiosos los bostezos

¿Por qué bostezamos? Una nueva teoría relaciona esta misteriosa reacción con la temperatura del cerebro. Lo que parece más difícil de averiguar es por qué el bostezo es contagioso. 

Los bostezos son, muchas veces, inevitables
Los bostezos son, muchas veces, inevitableslarazon

Piense en alguien bostezando. Su compañero de despacho, por ejemplo. Alguien que se sienta frente a usted en una reunión. Fíjese cómo, disimuladamente, se le abre la boca que oculta bajo su mano. Usted mismo, esta mañana, recién levantado. O ayer por la noche, frente al televisor, cuando el cuerpo le pedía ya irse a dormir. Da igual que tenga usted sueño o no (sueño, sueño, sueño). Posiblemente, antes de que termine de leer este párrafo –o el siguiente- se le habrá escapado un bostezo.¿Por qué? ¿Por qué vemos a alguien bostezar, o simplemente pensamos en ello, y se nos abre a nosotros la boca? ¿Por qué son contagiosos los bostezos?Tal y como destaca un estudio realizado por la revista BBC Focus, sólo los humanos, los chimpancés y los perros se "transmiten"los bostezos uno a otros. A lo largo de los últimos años se han elaborado diversas teorías para explicar esta reacción automática y difícil de comprender a la que no escapa ni un solo ser humano, de alta o de baja cuna, y a la que no puede resistirse ni el más estricto de los cursos de protocolo.¿Bostezamos porque tenemos hambre?Entre las explicaciones que se han dado a esta imitación están la de que sirve para colocar a las personas en el mismo "plano"y conectarlas para trabajar juntas, en una suerte de coordinación de rutinas que las hará compenetrarse mejor. También se ha vinculado con un estado obvio, el del sueño, y con otro que no lo es tanto, como el del hambre, que en determinadas ocasiones también fuerza a bostezar.Otros expertos, como el psicólogo Robert Provine, uno de los que más se ha adentrado en el asunto, defendieron que el bostezo es una reacción humana heredada de nuestros antepasados, que en su momento les sirvió para alertar a los otros congéneres de una situación de peligro y que de paso evidencia de una situación de ansiedad.¿Cuál es la respuesta correcta? Es difícil saberlo. Por si acaso, piense de nuevo en alguien bostezando. ¿Ya? Ahora, bostece. Bostece. Bostece sin miedo. Y siga leyendo.El bostezo sirve para enfriar el cerebroA la espera de encontrar una explicación convincente de por qué los bostezos se contagian, un reciente estudio ha aportado al menos una conclusión a por qué se produce esta reacción: sirven para enfriar el cerebro.El estudio, dirigido por Andrew Gallup, investigador asociado postdoctoral en el Departamento de Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, ha comprobado que la frecuencia con la que se producen estos bostezos varía según la temperatura ambiental, de tal manera que las personas son menos propensas a abrir la boca cuando el aire libre está más caliente que la temperatura corporal.Según explican Gallup y su ayudante Eldakar Omar en el diario médico "Fronteras de la neurociencia evolutiva", estas variaciones demuestran que el bostezo puede servir como un mecanismo para regular la temperatura del cerebro, informan, entre otros, los diarios médicos Science Daily Gallup y Eldakar midieron la frecuencia con la que bostezaban 80 personas durante el invierno de Tucson (Arizona), y otras 80 durante el verano, y comprobaron que los participantes eran más propensos a bostezar en la temporada invernal en comparación con los meses más cálidos. ¿Cuánto lo hacían? Eso depende de cada uno, pero según explicó en el diario argentino La Nación el profesor Diego Golombek , doctor en Ciencias Biológicas y profesor de la Universidad Nacional de Quilmes, este gesto (que dura de media unos seis segundos) se puede repetir hasta 26 veces cada media hora. En total, se estima que una persona bostezará unas 240.000 veces a lo largo de su vida. Casi nada.Ahora, imagine a cualquiera de esas personas en el momento de uno, solo uno, de esos bostezos. ¿Se le abre la boca? Ya no podrá argumentar que fue por leer este artículo.