Miami

Caritina descubre cómo guisan los VIP por Jesús Mariñas

Caritina descubre cómo guisan los VIP por Jesús Mariñas
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Bravo por Antonio Banderas. Mostró su gallardía al enfrentarse al insolente presentador de los Globos de Oro –atacar al personal está en el guión y muy ensayado–, que con sus afirmaciones demostró ser un racista. Qué nos van a contar quienes todavía se creen dueños de un imperio que Isabel II pronto visitará en su aniversario como soberana. A Banderas sólo le faltó añadir: «España y yo somos así». Hizo gala de una valentía de la que ya no queda para replicar al sarcástico Ricky Gervais, un experto en despellejar a las glorias de Hollywood. Nunca imaginó la respuesta altiva del malagueño, que estaba rejuvenecido y con nuevos bríos ante la ofensiva que discriminó a los latinos.

Cuando Antonio fue insultado, igual que Salma Hayek –casada con uno de los hombre más ricos de Francia, Pinault, que compite con Arnault en adquirir marcas de superlujo–, echó mano de los ancestros y con orgullo racial se encomendó al diablo y lo dejó sin réplica recitándole un párrafo del calderoniano «Menón». Le dio una doble lección: de españolismo exacerbado que reivindica lo que fuimos por una parte, y de buena memoria dada la dificultad de estos versos barrocos, por otra. Quizá, el eterno galán algo se olía por dónde podían ir los tiros y no se anduvo por las ramas con su poético desahogo, que dejó a los presentes boquiabiertos. Sin duda, un arranque patrio digno de premio, como pueden ser en otro terreno las recetas que Caritina Goyanes recoge en un libro que continúa la serie de los recetarios gastronómicos. Nada tiene que ver con los que antaño escribieron la condesa de Pardo Bazán o el coruñés Picadillo, tan íntimo de mis abuelos.

Lo de la siempre guapísima Caritina, tiene unos ojos verdosos únicos, viene a ser como un compadreo que arranca con el sentido prólogo de Pepa Muñoz. Caritina escribe sobre los restaurantes del mundo que la han impactado, los recuerdos de sus viajes, los menús de su abuela, Nena Perojo, y también sobre lo que cocinan desde Fernández Tapias a su tío Alfonso Cortina, además de su flemático padre, que reconoce detestar el ajo y la cebolla aunque sea un experto en gazpacho. Alfonso Cortina presume de su tumbet con huevos y sobrasada y Fernández Tapias se complica menos, «aunque quiere que estés comiendo desde que llegas a su casa», dice. También le aconseja en innovaciones sobre cómo cocer el marisco, del que siempre enviaba bandejas a Julio Iglesias cuando vivía en Miami. Lo suyo son las almejas con champán simplemente pasadas por la sartén. Anecdóticas, prácticas, amenas y útiles, así son las recetas de Caritina: para chuparse los dedos.