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«Ofensiva exprés» de Gadafi antes del ataque

Pese al anuncio de alto el fuego, sigue el asedio a Misrata y Ajdabiya. El régimen asegura que no tomará Bengasi

Rebeldes afirman que tropas de Gadafi se acercan a Bengasi y Trípoli lo niega
Rebeldes afirman que tropas de Gadafi se acercan a Bengasi y Trípoli lo niegalarazon

EL CAIRO- Después de haber ignorado y amenazado a la comunidad internacional, el régimen de Muamar Gadafi está fingiendo acatar sus mandatos y querer colaborar con ella. Ayer a mediodía, el Gobierno del coronel declaraba un alto el fuego, pero sus tropas continuaron e intensificaron sus operaciones en el oeste y este del país, tratando de matar, destruir y ganar lo más posible antes de la llegada de las potencias extranjeras, que, mientras se preparaban a intervenir, pedían a Trípoli que detuviera la violencia.

El viceministro de Exteriores libio aseguró anoche que el alto el fuego estaba siendo respetado e invitaba a la ONU y a sus países miembros, en concreto Francia, a que mandaran observadores sobre el terreno para comprobarlo. Jaled Kaalim negó que hayan muerto civiles en los pasados días, así como las atrocidades de las que se le acusa a su régimen. Éste intentaba así ganar tiempo en el frente diplomático y también sobre el terreno, buscando terminar el trabajo empezado en los bastiones rebeldes. Kaalim anunció que las tropas gubernamentales estaban ya desplegadas en las afueras de Bengasi, pero que no tenían intención de entrar en la ciudad, tal y como prometió Gadafi que haría sin compasión 24 horas antes. Algunos de sus batallones habrían conseguido romper las líneas de defensa rebeldes en Aydabia, según Al Yazira, que es la última ciudad importante antes de Bengasi y que estaba sirviendo de barrera para el avance de los tanques del coronel. Los rebeldes han estado luchando durante días por el control de Ajdabiya, que anoche todavía era incierto, aunque lo que sí parece claro es la matanza qua ha tenido lugar allí a manos de los hombres de Gadafi.

Mientras, en el oeste de Libia, que está en manos del régimen casi en su totalidad, las tropas gubernamentales lanzaron ayer nuevos ataques contra varias localidades, como Zintan, aprovechando las pocas horas de impunidad que aún les quedaban. Las fuerzas de Gadafi recrudecieron su asedio contra Misrata, que fue sometida a un ataque con artillería pesada durante horas y en el que habrían muerto decenas de personas, según los testimonios que llegaban desde esta ciudad, la tercera de Libia con unos 600.000 habitantes. Desde Misrata denunciaban bombardeos indiscriminados contra hospitales y mezquitas, y la presencia de francotiradores infiltrados en el núcleo habitado: la misma estrategia empleada por Gadafi para recuperar todas y cada una de las poblaciones sublevadas.

Su viceministro de Exteriores también negaba anoche la muerte de civiles en los combates, en los que habrían muerto sólo uniformados y milicianos, a la vez que denunciaba que los rebeldes están cometiendo crímenes contra la humanidad que su Gobierno puede demostrar y está comprometido a hacerlo ante la ONU. La hipocresía y arrogancia del régimen parece no tener límite, así como las intenciones del coronel de seguir adelante y poner a prueba a la comunidad internacional. Kaalim hacía un llamamiento directo a Ban Ki Moon para que envíe una delegación a Libia, y pedía a Malta, Turquía, China y Alemania que supervisen la aplicación del alto el fuego. Pero advirtió de que, si la comunidad internacional no quiere acudir a Libia para comprobar directamente lo que está ocurriendo, es porque existen intereses ocultos para atacar al país militarmente.