Pago a proveedores

La Junta acosa a las farmacias para que apoyen un «medicamentazo»

El Servicio Andaluz de Salud amenaza a las boticas con un impuesto autonómico a los pañales si no avalan su plan. 

La Razón
La RazónLa Razón

La Junta de Andalucía ha vuelto a situarse en el centro de la polémica sanitaria, aunque la causa no es esta vez el apoyo al aborto o a la eutanasia, sino su estrategia para recortar gasto en medicamentos al margen del Estado y a costa de los farmacéuticos y los laboratorios.
En concreto, la Consejería de Salud que dirige María Jesús Montero está realizando todo tipo de presiones sobre los boticarios para que acepten una bajada encubierta del precio de los fármacos adicional a las que fija la Administración central. Dicha medida, que bordea la legalidad al ser ésta una competencia exclusiva del Ministerio de Sanidad, consiste en sacar a subasta el suministro de medicamentos en las farmacias, lo que implicaría en la práctica el establecimiento de un precio andaluz para los productos afectados. Un precio más reducido que el fijado por el Ministerio.

Fuentes sanitarias explican que las autoridades sanitarias andaluzas quieren incluir a toda costa esta suerte de «medicamentazo» en el nuevo concierto que negocian con los colegios farmacéuticos. Como medida de presión para lograr su aquiescencia, la Consejería está azuzando la «guerra de los pañales».

La amenaza, según las mismas fuentes, puede resumirse así: si los colegios no aceptan el convenio propuesto, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aplicará un descuento autonómico del 20 por ciento a este tipo de absorbentes. Descuento adicional al fijado por el Ministerio, y que es de otro 20 por ciento tras el último tijeretazo. Con ello, las boticas se verían casi obligadas a vender a pérdidas. Si capitulan y aceptan el convenio, la rebaja adicional sobre los pañales sería menor. La última oferta llegó a ser de un 13 por ciento.

El rechazo reiterado de los colegios a aceptar las imposiciones del SAS ha llevado al gerente de este organismo a redoblar aún más la presión. Fuentes no oficiales de la Consejería han señalado que José Luis Gutiérrez ha dado orden de cobrar a los farmacéuticos ese 20 por ciento extra de descuento a los pañales dispensados en agosto y septiembre. La decisión está levantando en armas a las 3.400 boticas autonómicas y a los 9.000 farmacéuticos de la comunidad.


Inequidades en farmacia
No son sin embargo éstos los únicos agentes sanitarios enfadados con el SAS. Los laboratorios entienden que la rebaja del precio de los fármacos que prepara Montero rompe aún más la unidad del mercado en España, y han pedido amparo al Ministerio de Sanidad. En este sentido, el secretario general de este departamento, José Martínez Olmos, aseguró el pasado miércoles en el Senado que su departamento «no va a permitir decisiones desde las comunidades autónomas que generen inequidades» en el ámbito de la farmacia.