
Extrema derecha
Sarkozy y Hollande inician la conquista del Elíseo
Las primarias socialistas dan paso a la batalla presidencial

París- «Concluida la competición, empieza la verdadera batalla». El autor de la frase es el flamante candidato socialista a la Presidencia de Francia en 2012, François Hollande, sabedor de que la auténtica guerra y la más difícil de librar será la reconquista del Elíseo. Pero ayer, día de resaca electoral tras las primarias, otra contienda se perfilaba en el Partido Socialista francés. Su líder, Martine Aubry, había prometido un «tercer tiempo de celebración» al término de las dos vueltas para simbolizar la unidad socialista. La número uno de la formación recuperó ayer las riendas del PS, pero el ambiente no era muy festivo. Engrandecidos por los resultados, los «hollandistas» reclaman ahora más presencia en los órganos dirigentes de un aparato dominado con mano de hierro por Aubry desde 2008. La «guerra de puestos» está declarada y algunos lugartenientes de la malograda aspirante presidencial tendrán que ceder su lugar al equipo ganador. Contar con el apoyo del partido es indispensable para la victoria en 2012. Aún está muy reciente la derrota de Ségolène Royal, que, aislada, hizo campaña al margen de la formación. Un error que Hollande, por entonces pareja sentimental de Royal, quiere ahora evitar. De hecho, el apoyo de la ex candidata presidencial al ganador de las primarias tuvo ayer su recompensa. Royal volverá a integrar el consejo nacional del PS y desempeñará un papel importante en la futura campaña. Las primarias no sólo han acaparado la escena mediática estas dos últimas semanas, sino que han dado a la oposición una ventaja considerable sobre el centro derecha. A la espera de que Sarkozy declare su candidatura allá por febrero de 2012, en su partido, la UMP, continúan las disensiones entre la derecha más radical, los liberales, los centristas y otras corrientes. Para acabar con la imagen de un partido en punto muerto y recobrar protagonismo, Sarkozy estudia intervenir en televisión. Mientras tanto, su guardia no escatima ataques contra la oposición y su recién elegido candidato. «Es la encarnación de la incapacidad para tomar decisiones», decía el secretario general de la UMP, Jean-François Copé.
El aspirante
El reto: debe lograr que todas las corrientes del socialismo le apoyen si quiere conseguir la victoria en las urnas en 2012.
El presidente
El reto: con su popularidad bajo mínimos, baraja una próxima intervención en la televisión para recuperar tirón.
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