Londres

Kate con la venia de Lady Di

El príncipe Guillermo explicó hoy que dio a su prometida, Kate Middleton, el anillo de compromiso de Lady Di, porque "es mi manera de asegurarme de que mi madre no se pierde el día de hoy y toda la emoción".

El anillo de compromiso de Lady Di
El anillo de compromiso de Lady Dilarazon

En Reino Unido era conocida como «Kate, la paciente», pero desde ahora los británicos tendrán que acostumbrarse a llamarla Catherine Middleton, un nombre más apropiado para una princesa. Tras ocho largos años de espera, la joven, de 28, se convirtió ayer oficialmente en la prometida del príncipe Guillermo de Inglaterra, el segundo en la línea de la sucesión al trono británico. En octubre de 2005 fue la primera vez que se especuló en serio con la posibilidad de una boda. Los rumores no cesaron desde entonces, pero en los últimos meses, distintos episodios dejaron muy claro que el anuncio de un compromiso era algo inminente. La foto clave tuvo lugar el pasado 28 de octubre, cuando los padres de Kate acudieron como invitados al palacio que la familia real tiene en Balmoral, Escocia.
Guillermo le había hecho la pregunta de rigor a su novia tan sólo unos días antes en Kenia. La pareja calló durante un tiempo lo que para el país ya era un secreto a voces y ayer Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos, publicó el esperado comunicado: «La boda se celebrará en la primavera o el verano de 2011 en Londres –como ya anunció LA RAZÓN el pasado sábado–».


La fecha es especialmente simbólica para el heredero por dos motivos: se celebra el 30 aniversario del enlace de sus padres y la princesa Diana habría cumplido 50 años. Guillermo quiere que la memoria de su madre esté más presente que nunca y por eso decidió pedir matrimonio a Kate con el mismo anillo de compromiso que Lady Di lució hace casi 30 años. La sortija de zafiros y 14 diamantes costó 28.000 libras cuando el príncipe Carlos la encargó a la joyería Garrod.


«Somos muy felices»
Todas las cámaras enfocaron la mano de la prometida cuando la pareja se presentó ante la Prensa. «Ahora es el momento adecuado y estamos muy, muy felices», declaró el novio. «El anillo es muy especial para mí. Kate es especial ahora también para mí y tenía razón de ser unir las dos cosas. Era también mi manera de asegurarme de que mi madre no se perdiera este día tan emocionante». La joven, por su parte, se mostró algo nerviosa, pero aseguró que intentaría estar a la altura de las circunstancias. Para la ocasión lució un vestido azul de la firma brasileña Issa, de la que es asidua. El mismo modelo, en rojo y mucho más escotado, fue el elegido por la cantante Kylie Minogue para una gala en 2005.


Aluvión de apuestas
En las casas de apuestas ya se barajaban ayer distintos diseñadores para el gran día. Se apostó también por la fecha exacta e incluso por el color del sombrero que lucirá la reina de Inglaterra. Durante un tiempo, el debate en Reino Unido fue si la soberana aceptaría a la plebeya. Lady Di procedía de la aristocracia, pero Kate es tan sólo la hija de unos antiguos trabajadores de British Airways que han amasado una fortuna en los últimos años con una empresa dedicada a la venta de artículos para las fiestas de cumpleaños. Será la primera plebeya en casarse con un príncipe desde el siglo XVII, pero la reina Isabel II no puede olvidar que fue gracias a otra plebeya, Wallis Simpson, por lo que ella accedió a la corona. En un principio, según los rumores, hubo recelo en Buckingham Palace, pero poco a poco Kate fue ganándose el respeto permaneciendo callada ante la prensa y colaborando con distintas ONG. En la entrevista que la pareja concedió luego a la BBC, la futura princesa explicó que cuando conoció a la reina fue muy cariñosa con ella. Durante la conversación, los dos jóvenes se mostraron muy relajados y recordaron sus años de universidad, momento en el que sus vidas se cruzaron. Kate reveló que no esperaba que en el viaje Guillermo le pidiera matrimonio. «Fue un auténtico shock, pero verdaderamente romántico», matizó.