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Londres

Dutoit con el piloto automático

Festival de GranadaDebussy, Ravel, Falla, Tchaikovsky y Respighi. Solistas: Royal Philharmonic de Londres. Director: Charles Dutoit. Palacio de CarlosV. Granada.

La Razón La Razón

El maestro suizo Charles Dutoit es una presencia habitual en nuestra vida musical: en marzo, Ibermúsica lo traía a Madrid con su más reciente formación, la Royal Philharmonic de Londres, de la que es titular desde 2009 y con la que ahora ha vuelto a viajar a Granada. Gonzalo Alonso glosó en estas páginas las actuaciones de marzo, comentando cómo Dutoit podía pasar de la «total indiferencia» al «entusiasmo»; algo similar sucedió en la doble actuación de esta edición del festival. Dutoit es, por otra parte, de la generación de Frühbeck –luego se verá el por qué de esta analogía–, el burgalés va para los 79 años y Dutoit para 76, pero al primero no se le ocurriría teñirse el pelo de negro como hace él. El pretendido aspecto juvenil no resuelve el que, a veces, ofrezca la impresión de haber puesto el piloto automático. Su «Preludio a la siesta de un fauno» de Debussy no fue preludio, sino siesta profunda. Por ese derrotero transitó «El mar», con un «Juego de olas» digno del Mar Muerto, aunque el movimiento final hizo volver a la vida una interpretación lacustre. No arrancó mejor la «Quinta Sinfonía» de Tchaikovsky, y el excelente trompa de la Royal se limitó a dar con dignidad las notas de su solo, secundado por una batuta dormitiva, que tomó el volante a toda pastilla en el último tiempo. En la segunda actuación volvió a tentar a Morfeo en «Ma mère l'Oye» de Ravel, pero los cohetes que desde la urbe llegaban a la Alhambra con la victoria de la Selección le forzaron a reaccionar, y en una de sus especialidades, Falla y el «Sombrero de tres picos», pareció dedicar a una audiencia feliz el triunfo. La casualidad ha querido que entre el 14 y el 17 de junio Frühbeck dirigiera las mismas obras de clausura, «Fuentes de Roma» y «Pinos de Roma», a la Sinfónica de Viena, en concierto difundido por EuroRadio: aunque Dutoit se esforzó con las obras y su orquesta las tocó estupendamente, su colega generacional puso patas arriba la Musikverein con las mismas partituras. Y es que no debía estar predispuesto a la modorra.