Más alto y más joven

No sólo porque Su Santidad ha bendecido el templo de la Sagrada Familia y abrazado con su visita a todos los catalanes, sino porque puede presumir de ser el obispo más joven de España desde el martes.

Con tan sólo 41 años, Xavier Novell, flamante nuevo obispo de Solsona (Lleida), se ha visto inmerso en un golpe de atención mediática en unos días en los que la Iglesia española está de enhorabuena.

«Agradezco de todo corazón que el Santo Padre hiciera público mi nombramiento poco antes de su visita, estoy viviendo una oportunidad única para acudir a su encuentro como sucesor de los Apóstoles».

El de ayer no fue el primer encuentro de este catalán con Benedicto XVI. «Pude saludarlo cuando todavía era Cardenal prefecto. Yo estudiaba Teología en la Universidad Gregoriana en Roma y estaba con otros compañeros en la capilla clementina. Se acercó a nosotros y nos trató muy bien, no dejaba de decirnos que estudiásemos mucho y que nos esforzásemos». Otra vez en la capital italiana, pero desde la distancia, el nuevo obispo asegura que quedó impresionado por la «paciencia con la que Ratzinger escuchaba a los fieles, su gran trato humano».
Para acallar los rumores que han surgido sobre su juventud, Novell responde seguro. «Es una realidad que no me preocupa, de aquí a unos años todo cambiará y yo pasaré desapercibido».

Estos días serán «imborrables» en su memoria, aunque con algo de sonrojo asume que entre el sector femenino levanta algún que otro suspiro por un físico más que envidiable. «La belleza es relativa, Dios me ha hecho como soy y le aseguro que el negro de la sotana ayuda mucho y estiliza», bromea. «Ya me lo advirtió una monja de clausura:"Dios ha querido que usted tenga buen aspecto'', así que aprovéchelo para captar la atención de sus fieles».