Argentina

ANÁLISIS: Evita o Perón por Cecilia Nicolini

La Razón
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–¿Qué representa Cristina Fernández de Kirchner?
–Avasallante pero frágil, soberbia pero simpática. Todos la describen así, pero ¿sólo a ella? A mi me recuerda a Argentina. No podemos obviar el hecho de que el carácter de nuestros mandatarios refleja el curso de la historia que a su vez se cristaliza en el acervo argentino. Una dialéctica histórica con rasgos de desorden de personalidad que en este caso se le resiste hasta al más hegeliano, pero le saca una sonrisa muda a un freudiano.

–¿Surge un nuevo mito?
–Ávidos de adjetivaciones, los argentinos logramos construir siempre un mito que sea capaz de cobijar todos nuestros marcos simbólicos. Y sin límites (durante años el mismo «dios» llevó un 10 en su camiseta). Y Cristina no es ni más ni menos que esa adjetivación que va más allá de la política y se convierte en un mito que alberga un conjunto de creencias que serán compartidas por miles, rechazada por cientos y ninguneadas por pocos. Pero que nos identifica como demostraron las urnas: adoramos la metapolítica.

–¿Es CFK «kirchnerismo»?
–El «cristinismo» promete traspasar la política, al peronismo y hasta a su difunto marido. Posee un liderazgo personalista exacerbado, hegemónico e incapaz de delegar. Siempre dejó claro que Néstor se casó con ella, y no al revés. La primera mujer electa y reelecta, fundada sobre un modelo que impulsó su marido, que explota su faceta femenina, pero se siente un hombre en la política. Ella quiere ser Perón, no Evita.

–¿Qué futuro aguarda?
–Durante los 4 próximos años no habrá más que «cristinismo», porque, como decía Girardet, el mito reivindica una sola legitimidad: la de su mera afirmación.

 

Cecilia Nicolini
Politóloga y directora Boutic Consulting