Fotografía

Terelu cobrará 30000 euros por su «Interviú» por Jesús Mariñas

Terelu junto a su madre, María Teresa Campos
Terelu junto a su madre, María Teresa Camposlarazon

El morbo está servido, era algo de esperar. Ni el desnudo de Marisol hecho por César Lucas en los años 80 levantó tanta expectación entre el público como el que «Interviú» mostrará, aireará y exaltará mañana, casi a modo de felicitación navideña. Parecía imposible conseguirlo, pero al final la hija de María Teresa Campos quiere salir de ese especie de nirvana placentero que supone su trabajo en las tardes, siempre de infarto, de «Sálvame». En el programa no abre la boca ni se compromete en nada mientras que Kiko Hernández, Kiko Matamoros y Mila Ximénez se juegan el pellejo al tiempo que Belén Esteban siempre parece estar echando la siesta. Ni si quiera esconde sus bostezos, casi tan molestos como su manera de masticar ante las cámaras.

 Por su parte, Terelu le da al yogur con maneras remilgadas como si aún la recibiese la «jet» y alternara con Cary Lapique o Nuria González, que tiempo atrás la admitieron en su grupo de amigas del que salió despedida por su relación y encontronazos bailones con Pipi Estrada. Quizá, lo de ahora es una forma de mostrar acaso su incomprensible indignación o una rebeldía que ha estado siempre latente en quien se considera postergada a presentar programas. Aún no ha digerido que Paz Padilla reemplace a Jorge Javier Vázquez y ella sea tan sólo una sustituta ocasional. De ahí nacen las catorce páginas y la portada de «Interviú» que veremos y jalearemos mañana.

Le han pagado 30.000 euros, nada que ver con aquel récord que marcó el posado de Marta Sánchez, que más tarde pleiteó a causa de un contrarreportaje que se elaboró durante la sesión de fotos. Y, aunque a causa de la crisis las cotizaciones de los desnudos en la revista han bajado su cotización hasta el promedio de 3.000 euros por exhibición semanal, con Terelu han hecho una excepción, al igual que contratando a Víctor Cucart como fotógrafo de tan beldad cuarentona. Bien es cierto que no esperamos un desnudo integral de Terelu, todavía hay clases de estilo. Insinuará más que mostrará lo que sólo disfrutaron Polvorino, su primer marido, y el óptico Alejandro Rubio, relación de la que nació su hija Alejandra.

El posado de Terelu es una muestra de su fuerte personalidad y gran seguridad en ese rubeniano cuerpo que bien podría pintar Pedro Pruna, tan amigo de las curvas. Por su parte, Cucart asegura haber perfilado los brazos de Terelu, sus muslos y una cintura no de avispa que exhibe con un tanga y sin sujetador, con el fondo de una piscina familiar. Dará de qué hablar y hará historia. Y yo bien que me alegro.