Cuba

El hombre de piedra por Ely del Valle

La Razón
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Imaginemos que Rajoy acude a la recepción ofrecida por Obama a los mandatarios que participan en la Asamblea de Naciones Unidas y después, en rueda de prensa, se dedica a poner a caldo el trabajo de Oliver Stone, exhortando además al público norteamericano a boicotear sus películas. ¿Qué ocurriría? Para empezar, que pensaríamos que don Mariano se mete donde no le importa y, para acabar, que los estadounidenses, que buenos son ellos, se cuidarían mucho de volver a invitarle. Aquí, sin embargo, asumimos que cualquiera que proceda del llamado mundo de la cultura tiene patente de corso para decir lo primero que se le pasa por la cabeza como si el hecho de saber de lo suyo –y gracias– nos obligase a reírle las gracias, salvo riesgo de quedar como una panda de patanes desnortados, cuando lo cierto es que en cualquier otro lugar, al señor Piedra le tacharían, como poco, de maleducado; eso si no le meten en la cárcel, como en la Cuba de su íntimo Fidel Castro, hombre poco proclive a aceptar críticas y mucho menos a que se alabe el consumo de marihuana, cosa que Stone hizo después para redondear la jugada. Aquí no, aquí le damos un premio. Queda por ver si en futuros viajes por Siria o Irán el politólogo Stone tiene la lengua igual de suelta con respecto a Bashar al Assad o a Ahmadinejad, no por que nos importen sus opiniones, sino por ver si tiene bemoles, cosa que dudo: una cosa es opinar fuera de contexto sobre un ex presidente de una democracia, acusándole desde su incultura de invadir Irak, y otra jugarse su pescuezo de millonario «comunista» ante cualquier dictador.