Camarón la fuerza del mito por Rafael PERALTA REVUELTA

Sigue vivo. A través de su leyenda. La leyenda del tiempo. Como su gran disco. Ése que en su día no entendieron los puristas y que supuso un antes y un después, un punto de inflexión, en la historia del flamenco. Hoy se cumplen veinte años de su triste pérdida. Aquel 2 de julio del 92, se fue un genio del cante, pero su legado y su mito se engrandecerían mundialmente. Desde sus comienzos, junto a su pueblo natal de la Isla de San Fernando, en la Venta de Vargas, aquel gitanito rubio de nombre José Monge Cruz, llamaba poderosamente la atención por su versátil y extraordinaria voz. Pronto se correría la voz de que, en dicho lugar, cantaba un «gitanito», lo que hizo que empezaran a regentar aquel sitio gentes de todas partes. El fenómeno de Camarón no había hecho más que empezar. Su estancia en la capital, trabajando en el «tablao» de Torres Bermejas, y su encuentro con Paco de Lucía, marcarían una etapa fundamental en su carrera. Un genio que supo imprimir su personalidad en todos los discos que graba, respetando siempre las raíces fundamentales del flamenco. La ascensión siguió, también, al lado del guitarrista «Tomatito». Hoy, aquel dios del cante, se ha convertido en una especie de imán para la gente joven. En un icono social que traspasa nuestras fronteras. Hace veinte años, el dos de julio, se partieron muchas camisas por la pérdida de una voz que traspasaba la piel y que hería el alma. Lo dijo Lola Flores: «Dios le dio todo, talento, fama y dinero, pero no era eso lo que él quería. Dios se lo ha llevado para que le cante en su gloria». Camarón de la Isla, el duende, el genio. Más allá del tiempo, la leyenda continúa…