Barcelona

Malos veranos

La Razón
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Los partidos de la Selección española de fútbol no son para el verano. Los del año pasado acabaron de manera vergonzante para quienes acababan de ser campeones del mundo. El de ayer, en Bari, más que los goles contaron las lesiones. El encuentro tenía fecha improcedente. Estaba cantado que podía perjudicar a cualquier club en vísperas del comienzo de Liga y más que otros a Barcelona y Real Madrid, que han de jugar el domingo el primer partido de la Supercopa.
En la primera mitad, la selección española fue noticia por sus lesiones de Torres y Piqué. Más que por su juego, nada parecido al de su estilo.
Italia como local puso el balón y se le dio ventaja para que lo jugara más. España no presionó en el centro del campo y tampoco poseyó el balón. Lo que echó en falta España, la dirección de Xavi, lo tuvo Italia con Pirlo. Con la posesión de la pelota y la peligrosidad en las contras de Cassano y Rossi, Casillas las pasó moradas. Criscito mandó un balón al palo, Montolivo marcó el gol y España tardó diecinueve minutos en tirar por primera vez a puerta. La concesión del penalti fue casi obra de caridad.
Las lesiones obligaron a improvisar la defensa en la que de los cuatro sólo uno, el madridista Albiol, jugaba en su puesto. Busquets fue lateral derecho, Javi Martínez, central, y Arbeloa, lateral izquierdo. Y pese a ello Italia se hizo con el partido en jugada desgraciada de Albiol, quien desvió el remate de Aquilani.
El equipo de Vicente del Bosque creó peligro con la dupla ex valencianista Silva-Villa, pero faltó precisión en los remates.