África

Nairobi

«La abuela de Obama no está en casa se ha ido a La Meca»

Entramos en casa de Sarah Obama, pero ella está cumpliendo su peregrinación

Jane Ayango conoció al presidente de EE UU antes de serlo
Jane Ayango conoció al presidente de EE UU antes de serlolarazon

KOGELO- Más de hora y media de bacheado camino –sólo una parte está asfaltada– separa Nairobi, la capital de Kenia, de Nyangoma-Kogelo, la localidad natal de Barack Hussein Obama, el padre del presidente de EE UU. Nada más llegar a la localidad, donde se cruzan el camino que nos trae desde la capital y el que sale a nuestra izquierda, que dirige al colegio «Senador Obama», observamos el primer indicio de la presencia del hombre más poderoso del mundo: bajo el rótulo del nombre de un bar se puede leer: «Kogelo, yes we can».
Seguimos hacia la casa en la que nació y está enterrado Obama «senior», no sin antes detener nuestra mirada en un pequeño de impactantes ojos que «es el más pequeño de la familia Obama». La verja está cerrada, pero permite observar el gran jardín sombreado por enormes árboles que antecede a la pequeña casa de la familia Obama. Hay un vigilante de seguridad. «No se puede pasar, la señora Obama no está en casa. Ha ido en peregrinación a La Meca», explica. La abuela del presidente de EE UU suele recibir a los visitantes que llegan hasta su pueblo para conocer las raíces de Barack Obama, pero sus obligaciones religiosas le impiden en esta ocasión atendernos.
Finalmente nos permiten pasar y paseamos por la propiedad; nos detenemos en las tumbas de Barack Hussein Obama, padre del inquilino de la Casa Blanca, y del padre de éste, abuelo del presidente. Vacas, gallinas y pavos son los únicos seres vivos con los que nos tropezamos; tanto los empleados como Aume Obama, hermana del líder demócrata, se esconden en el interior de la casa para eludir a los periodistas y los objetivos de las cámaras.
Antes de llegar hasta la propiedad de los Obama, charlamos con Jane Ayango. La encontramos junto al colegio «Senador Obama», que se inauguró antes de que el ilustre hijo de Kogelo fuera presidente. Es difícil calcular los años que tiene Jane, pero son muchos, seguro. No obstante, camina hacia sus tierras con paso decidido, su cesto en la cabeza y un gran palo a modo de bastón. «Claro que conozco al presidente; mi madre era familia de los Obama y, cuando Barack estuvo aquí de joven, pasando unos días, incluso me llamaba abuela».
Oyugi Mwanda, el secretario del Centro Cultural de Kogelo, recuerda también al presidente. Él fue amigo de su padre, que nació «aquí y aquí vivió hasta que, a comienzos de los 60, se fue a estudiar a EE UU con una beca, como otros muchos jóvenes africanos». Estudió Económicas y vivió en América «hasta que se separó de la madre del presidente». Entonces regresó a Kenia, «estuvo trabajando para el Gobierno y vivía en Nairobi. Allí murió en 1982». Está enterrado en la casa familiar, como su padre.
Los Obama pertenecen a la tribu Luo, una de las más importantes de Kenia, con unas más que arraigadas tradiciones. «Quienes viven fuera de su pueblo deben regresar, al menos una vez al año, al lugar donde están sus raíces. Y en ese lugar, en la casa de sus antepasados, debe descansar también su cuerpo». Mwanda explica, además, que un oriundo de estas tierras, aunque no viva allí, en cuanto pueda, debe hacerse una casa en el pueblo de su familia y «hasta que no lo hace, un hombre, no es un hombre», afirma, rotundo. Obama no ha edificado aún su casa en Kogelo, ni visita la tierra de su padre cada año, aunque «sí estuvo aquí en 2006, cuando era senador, con su esposa y sus hijas», recuerda Oyugi Mwanda. Reconoce que, para Kogelo, Obama es un reclamo para turistas y una fuente de ingresos.
¿Qué le diría usted al presidente Obama si le estuviera oyendo ahora mismo, señor Mwanda? «Que se acuerde más de su tierra; que no nos olvide».