Asturias

Padre Ángel: «Les canto las verdades a los políticos»

Profesión: sacerdote, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz.Nació: en 1937, en Mieres (Asturias).Por qué está aquí: celebran el 50 aniversario de Mensajeros de la Paz.

Padre Ángel: «Les canto las verdades a los políticos»
Padre Ángel: «Les canto las verdades a los políticos»larazon

–Mensajeros de la Paz celebra su 50 aniversario. ¿Qué ha aprendido en ese medio siglo de labor?
–A querer y dejarnos querer.
–¿No hay más remedio que pedir a los ricos para dárselo a los pobres?
–Sí. Me dijo Cantinflas algo que no olvido: «Yo no quiero que se acaben los ricos, quiero que se acaben los pobres».
–¿Le ha tentado alguna vez ser Robin Hood?
–No. Pido, exijo, peleo para que me den dinero, pero robar, no.
–¿Y qué me dice de los asaltos a los supermercados de Sánchez Gordillo?
–Si es un gesto para concienciar, bendito sea. Pero robar no es el camino.
–Los supermercado tiran al año 50.000 toneladas de comida fresca que no pueden donar...
–Mientras unos comen a reventar, otros se gastan fortunas en adelgazar. Y miles de personas se mueren de hambre.
–Medio millón de españoles llevan más de tres años viviendo en la pobreza, Cáritas avisa sobre la miseria crónica...
–Cuando yo lo dije, me llamaron demagogo. No se puede seguir así.
–Y continúan los recortes. ¿Qué recortaría usted?
–Nada que afecte a los que menos tienen.
–La felicidad, comenta, consiste en querer. ¿A quién puede odiar?
–A nadie, ni a los enemigos. Me quisieron atracar con una navaja, se la quité al atracador y al rato se la devolví. Era su arma de trabajo.
–Ahora se dice que Jesús tuvo esposa. ¿Eso le escandaliza?
–No. ¿Y qué pasa si la tuvo? No sólo los célibes son buenos. A mí lo que me escandaliza es la hipocresía.
–Me gustaría escuchar lo que les dice a los políticos...
–Les canto las verdades, pero con cariño, con una sonrisa.
–El padre Ángel es un poco rojo, dicen.
–Soy rojo como Cristo, en todo caso. Quisiera ser rojo, pero no lo soy, por desgracia. Eso sí: llevo siempre una corbata roja.
–Mire, como Botín...