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Aznar: «Los cambios en el mundo árabe deben rechazar la yihad»

La Razón
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Nueva York- El ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, «no considera a Gadafi ningún amigo», según indica en una nota la fundación FAES, tras la polémica suscitada por su discurso del pasado lunes en la universidad de Columbia de Nueva York. Según la fundación que preside el propio Aznar, Gadafi simplemente se convirtió en un «amigo extravagante» de la Comunidad Internacional «por miedo a una intervención en Libia», tras observar lo ocurrido en 2003 con Sadam Hussein.

Sus palabras han tenido gran repercusión en España, sobre todo entre los dirigentes del PSOE; a pesar de que ninguno asistió a la conferencia en Columbia, aprovecharon para atacar al ex presidente: el ministro de Fomento y vicesecretario del PSOE, José Blanco, pidió al líder del PP, Mariano Rajoy, que desautorizase a Aznar por estos comentarios sacados de contexto.

Desde FAES se han puesto en contexto las palabras de Aznar. «Dejó meridianamente clara su posición sobre la crisis libia con estas palabras: "Aquellos de nosotros que creemos en las sociedades abiertas, en la democracia y en la libertad, tenemos la obligación de ayudar a que los cambios que se están desarrollando en el norte de África y Oriente Medio se dirijan al rechazo de la yihad como instrumento político''», afirma la fundación en una nota a los medios de comunicación.

Durante el debate posterior a su discurso con los estudiantes de la Universidad de Columbia, Aznar defendió los cambios a favor de las sociedades abiertas, la democracia y la libertad y pidió que esos cambios rechacen la yihad como instrumento político.

De esta forma, el ex presidente abordó con franqueza los complicados movimientos de los países occidentales al verse atrapados entre los deseos de las poblaciones árabes, que se levantaron para pedir derechos garantizados en Occidente, y los de sus dirigentes, algunos de ellos aliados de Washington durante décadas.


El «amigo extravagante»
«Gadafi es un hombre muy extraño, muy extravagante, pero no es estúpido. Está en el poder desde 1969. Cuando yo era un bebé, él estaba en el poder. Pero él ayuda a los terroristas, pone bombas, es una calamidad, ¿verdad? Pero en 2003, pensó, "bueno, esta gente cambia el régimen en Irak y (...) a lo mejor cambia el régimen en Libia. (...) No me gusta"», dijo Aznar. Al doblegarse, Gadafi se convirtió en un «amigo extravagante, pero un amigo».