Boicot a la democracia

Los concentrados en la madrileña Puerta del Sol bajo la bandera de los «indignados» decidieron ayer seguir adelante con sus movilizaciones antes incluso de saber qué decisión adoptaba la Junta Electoral Central (luego se confirmaría la prohibición). Su intención no parece otra que reventar la cita con las urnas haciéndose notar a lo largo de unas horas que ya se revelaron claves en los comicios de 2004: la jornada de reflexión. Y es que, antes de que se conociera la postura de la Junta Electoral Central –la Provincial de Madrid ratificó ayer la decisión que el día anterior había tomado su presidente–, la Asamblea de Sol convocaba una manifestación para mañana, sábado. No obstante, los acampados aseguraban estar tan «desbordados» por la gran repercusión y seguimiento de su protesta que valoraban la posibilidad de usar «urnas digitales» para ratificar si se manifestaban o no durante la jornada de reflexión.

«Esto es imparable», era sin embargo la advertencia en boca de uno de los concentrados. Los protagonistas tenían claro que seguían con su reivindicación de un cambio en el sistema político y económico fuera cual fuera la decisión del órgano competente, y así lo advertían en internet: «La acampada va a continuar diga lo que diga la Junta Electoral». Precisamente era uno de los lemas que se coreaban ayer en Sol y que repetían desde Twitter seguidores de esta movilización, informa Efe.
 
Ya el miércoles hicieron lo propio cuando la Junta Provincial de Madrid decidió no autorizar la manifestación de Sol: oídos sordos. Y consiguieron una multitudinaria concentración en la calle acompañada de un apoyo masivo en la red. Porque pese a no haber una convocatoria, a última hora de la tarde de ayer, Sol volvía a ser un hervidero que desafiaba a la Delegación del Gobierno, sin que nuevamente interviniera la Policía.

Dispositivo «disuasorio»
Como en la jornada precedente, los agentes pusieron en marcha un dispositivo «disuasorio» y todas las dotaciones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en Madrid –más de 500 agentes– se encontraban en estado de «alerta» y a la espera de la orden de intervenir. Si finalmente se tomara esta decisión, fuentes policiales advertían ayer de lo «complicado» de la situación ya que, en esta ocasión, no se podrían solicitar refuerzos a las UIP de otras provincias, donde también se encuentran en «alerta», informa L. L. Álvarez.

A este respecto, el secretario de Estado del Interior, Antonio Camacho, aseguraba en Salamanca que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado actuarán en cuanto a la disolución o no de las concentraciones ciudadanas en las plazas de distintas ciudades «con profesionalidad y con pleno ajuste a la legalidad vigente».

Pero la atención estaba también ayer en el Congreso, donde el fallo de la Junta Electoral Central (JEC) se hizo esperar. Reunida desde las cinco de la tarde, tomó una decisión al filo de las once. El máximo órgano arbitral electoral se reunió para estudiar la respuesta a una consulta elevada por la Abogacía del Estado ante las decisiones contradictorias de varias Juntas Provinciales, que en unos lugares habían prohibido las concentraciones y en otros las había autorizado. También debía dar respuesta a una consulta de la Generalitat de Cataluña referida a la jornada de reflexión del sábado, cuando la acampada de los «indignados» prevé mantenerse, pese a las restricciones de la normativa electoral para manifestaciones públicas en la víspera de los comicios.

La JEC acordó comunicar a las Juntas Electorales Provinciales que las manifestaciones del 15-M son contrarias a la Legislación electoral y, por lo tanto, no podrán celebrarse desde las 0.00 horas del sábado hasta las 24.00 horas del domingo. Para tomar una decisión, la Junta Electoral contaba con un precedente, el del 13 de marzo de 2004, la jornada de reflexión previa a las elecciones generales de ese año en la que hubo numerosas manifestaciones ante las sedes del PP de toda España. En aquella ocasión, la Junta emitió una resolución en la que advertía de que no cabía realizar en la jornada de reflexión actos «que puedan considerarse constitutivos de campaña electoral», aunque dirigida a los partidos y los medios de comunicación. Y recordaba entonces la JEC que estos hechos están tipificados como delito por el artículo 144.1a de la LOREG, informa Ep. Las concentraciones de aquel día ante las sede del PP fueron multitudinarias, sin que las Fuerzas de Seguridad actuaran para impedirlas.

El TC, también a favor de la manifestación
- El Tribunal Constitucional avaló, en noviembre del pasado año, la celebración de manifestaciones el día previo a una cita electoral, es decir, en la jornada de reflexión, siempre que la capacidad de influir en el electorado pueda considerarse «remota o indirecta». En esa resolución del TC, de la que fue ponente su actual presidente, Pascual Sala, se destacaba que la prohibición de actos electorales o distribuir propaganda la jornada de reflexión no significa, «naturalmente», que no puedan celebrarse manifestaciones que tengan algo que ver con el debate político. Lo contrario, según el TC, podría llevar al «absurdo de admitir la prohibición de toda reunión o manifestación por el simple hecho de serlo y coincidir con la jornada previa de reflexión de unas elecciones».