Leganés
«Papá ha matado a mamá»
Iker ayer no pudo ir a sus clases extraescolares de inglés. Nació en Leganés hace 13 años, pero vivía con sus padres, Víctor y Miren, en el número 37 de la calle del Acebo, en Parque Coimbra (Móstoles). Va a 1º de la ESO en el I.E.S. Gabriel Cisneros, muy cerca de su casa, por eso iba él solo sin problema.
Ayer, al volver de clase, se encontró con una escena a la puerta de su casa que nunca debió ocurrir. Eran en torno a las dos y media de la tarde y la Policía Local ya estaba en la puerta de su casa por lo que, según fuentes cercanas a la investigación, no llegó a presenciar el crimen. No dejaron que entrara en la vivienda. En lo que los agentes metían al crío en el coche patrulla, Iker alcanzó a explicarle a una vecina lo ocurrido: «Papá ha matado a mamá». Un familiar ya se ha hecho cargo del menor. Su calle permaneció acordonada hasta las 19:20 horas de la tarde. Justo cinco horas antes, sucedió todo. Víctor Manuel Pérez Muñoz, madrileño y taxista de profesión, y Miren Blanco Canales, natural de Baracaldo (Vizcaya) y educadora infantil, hacía 20 días que estaban oficialmente divorciados, pero seguían compartiendo la vivienda en la que se instalaron hace unos ocho años, aunque se empadronaron allí en 2007. Víctor iba a buscarse otro sitio y ambos comenzarían una vida nueva por separado. Pero, al final, todos los planes de futuro se fueron al traste. Llevaban días discutiendo mucho, pero la bronca del domingo pasado fue especialmente fuerte. Él llegó a ir al Hospital de Móstoles tras haber intentado suicidarse y ella también comentó a sus allegados que Víctor le había pegado. La última discusión la mantuvieron ayer, cuando ella llegó de trabajar.
Víctor acabó asestando a Miren cuatro puñaladas y la mujer murió desangrada en el salón de la vivienda aunque, según fuentes policiales, todo el pasillo eran un inmenso charco de sangre, por lo que se habría producido en otra estancia de la casa. Él mismo fue quien llamó al Summa a las 14:18 horas advirtiendo de que su mujer no respiraba. Los facultativos trataron de reanimarla durante media hora, pero la puñalada del tórax derecho puede que le alcanzara el corazón y fuera la mortal. Víctor fue trasladado al Hospital de Móstoles porque también tenía cortes menores al haberse autolesionado. Los agentes del Grupo VI de Homicidios le tomarán declaración y pasará a disposición judicial. El familiar más cercano de Miren, un hermano que vive en Arroyomolinos, probablemente será quien acuda mañana al Anatómico Forense, donde le practicarán la autopsia. Ayer, una compañera de trabajo se acercó al chalé por inercia: «No se ni por qué he venido, cómo va a estar aquí... ¡Qué hijo de puta. Al final lo ha conseguido!» No hacía ni cuatro horas que había estado con ella en la guardería donde ambas trabajaban. «El domingo ya le pegó y, ayer mismo –por el lunes–, me dijo que había ido al juzgado a denunciarlo», aseguró la mujer. Sin embargo, la Policía confirmó que sobre el presunto homicida no pesa ninguna denuncia. Como suele ocurrir en estos casos, de puertas para afuera, Miren y Víctor eran un matrimonio normal.
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