Asturias
Solidaridad Real bajo la lluvia
Parece que la lluvia persigue a los miembros de la Casa Real allí donde van. Y ayer por la mañana, tampoco pudieron evitar la tormenta que comenzó justo en el momento en el que la Reina descendía del coche a las puertas del Congreso de los Diputados, donde iba a participar en su cita anual con Cruz Roja en la Fiesta de la Banderita
Aun así, Doña Sofía agradeció a los presentes su aguante, ya que, a pesar de los chuzos de punta que caían a las once en Madrid, numerosos escolares y lugareños esperaban su turno para entregar un donativo y saludarla. El presidente del Congreso, José Bono, recibió a la Reina en la mesa petitoria instalada frente al Parlamento y, a continuación, los alumnos del Nuestra Señora de los Dolores se acercaron a Doña Sofía para obsequiarla con algunos presentes: «Le hemos traído flores, la colecta del colegio y una poesía», comentaron los estudiantes.
Bufanda y abrigo
Para la ocasión, la Reina eligió un elegante traje de chaqueta en tono salmón y derrochó simpatía ante los más pequeños, a quienes obsequió con piruletas y globos tras su paso por la mesa. Mientras tanto, la Infanta Elena y la Princesa de Asturias hacían lo propio en diferentes puntos de la capital, sumándose un año más a esta tradición que realizan desde 1889, en la que las mujeres de la Casa Real ejercen de «chicas de la Cruz Roja» y que supone la mayor fuente de ingresos para la asociación, cuya presidencia de honor recae en la Reina.
Doña Elena estuvo durante toda la mañana frente a la Puerta del Sol abrigada con una bufanda gris sobre un traje de chaqueta oscuro, igual que la Princesa de Asturias, que optó por un abrigo negro para sobrellevar mejor las bajas temperaturas. «Qué guapa es nuestra Princesa y qué amable», decían las mujeres que aprovecharon la ocasión para acercarse a Doña Letizia y charlar unos minutos con ella. Y es que, una vez más, demostró su don de gentes y dedicó su tiempo a cada uno de los viandantes que decidieron hacer un receso en su camino y colaborar con la causa. Incluso con alguno de los presentes comentó la mala suerte del tiempo, que, desde su matrimonio con el Príncipe Felipe, parece no acompañarla en los actos públicos.
El beso
No estaba previsto y por este motivo se generó un gran revuelo entre los presentes cuando vieron aparecer al Príncipe Felipe en la mesa de cuestación que presidía su madre, la Reina Sofía. Tras unos minutos de saludos a los miembros de la mesa y hacer su donación, el Heredero de la Corona fue caminando hasta la caseta en la que se encontraba su hermana, la Infanta Elena, y terminó su paseo frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde Doña Letizia seguía recibiendo a quienes se acercaban a colaborar con Cruz Roja. Fue entonces cuando se vivió uno de los momentos más emotivos de la jornada, ya que ambos se fundieron en un sentido beso que provocó los aplausos de los presentes.
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