Ganó la pegada por Julián GARCÍA CANDAU

El líder de la Liga española plantó cara al segundo de la Liga escocesa. El Villarreal jugó mejor que el Real Madrid durante cuarenta y cinco minutos y el empate a dos tantos fue producto del juego elaborado del «Submarino» y dos ataques esporádicos madridistas. En la segunda parte, el equipo villarrealense, sin cambios idóneos por las ausencias de Marchena, Senna y Nilmar, cansado por el despliegue anterior y por el esfuerzo en Copa del Rey acabó cayendo.
El equipo villarrealense se exhibió como practicante del fútbol colectivo, del buen toque y la penetración rápida. Cazorla, Cani y especialmente Borja Valero, con Bruno en labores defensivas, se impusieron en el centro del campo. Los arranques por ambas bandas y la peligrosidad constante de Rossi, a quien le hizo un penalti Xabi Alonso, que no pitó Fernández Borbalán, llevaron peligro al área de Casillas con frecuencia.
Por vez primera en este campeonato, el guardameta madridista encajó dos tantos y también fue la primera ocasión en que el conjunto de Mourinho tuvo que jugar a remontar. El Villarreal fue por delante en dos ocasiones y el segundo gol de Cristiano Ronaldo llegó en el minuto 45.
El «Submarino» echó el resto en la primera mitad. Era muy complicado que mantuviera el mismo tono en la continuación, que siguiera así durante 90 minutos. Mourinho tenía a su disposición cambios que dieran más aire a su equipo. Lo hizo y acertó tácticamente. El Villarreal perdió la pelota y se aculó. El tercer tanto de Ronaldo, en jugada embarullada, lo marcó tras posición de fuera de juego, y el cuarto de Kaká fue la puntilla. En el Santiago Bernabéu ganó la pegada madridista.