Bankia
Rato desvela que Fernández Ordóñez le pidió sumar Bancaja a Caja Madrid
El expresidente de Bankia ha desvelado hoy que el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez le conminó a incorporar a Bancaja en la fusión de Caja Madrid con otras cinco cajas y le tranquilizó sobre la situación de la entidad valenciana. También ha asegurado que dimitió al ser consciente de que su plan para Bankia no sería aprobado por las autoridades.
En su comparecencia a petición propia en la Comisión de Economía del Congreso, Rato ha asegurado que el 2 de junio de 2010, Fernández Ordóñez, "que conocía con detalle la situación de las cajas", le llamó a su despacho y allí estaba el presidente de Bancaja, José Luis Olivas. Fue entonces cuando el gobernador, según ha explicado Rato, le conminó a incorporar a Bancaja en la fusión que Caja Madrid ultimaba con La Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y Rioja.
Rato ha explicado que para elaborar las proyecciones financieras del grupo pidieron un informe a Analistas Financieros Internacionales (AFI), que fue posteriormente analizado por la consultora Deloitte. Este informe cifraba las pérdidas esperadas para el grupo en el año 2011 en 16.043 millones de euros, de los que quedarían por cubrir unos 6.790 millones brutos, una cantidad que "prácticamente"coincidía con la aportación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Rato ha apuntado que este informe también desglosaba los datos por cajas y que las pérdidas esperadas de Bancaja ascendía a 6.400 millones de euros, con unas necesidades de saneamiento adicional de 3.200 millones de euros brutos. Así, el conjunto de las siete cajas estaba "en condiciones de cumplir con los requisitos de capital"exigidos por Europa y con las pruebas de solvencia.
A pesar de ello, debido a que el entorno financiero había comenzado a deteriorarse desde finales del año 2010, Bankia decidió pedir un nuevo análisis a PricewaterhouseCoopers "en condiciones más estresadas". Según este informe, las pérdidas esperadas y no cubiertas para 2011 ascendían a 11.500 millones de euros brutos, un saneamiento que el Banco de España consideró "excesivo", por lo que finalmente se redujo la cantidad a 9.200 millones brutos, 2.700 millones más de lo que recomendaban los otros consultores.
Rato también se ha referido a la valoración que los inspectores del Banco de España hicieron de la situación de las cajas.
Según el Banco de España, a Caja Madrid le correspondían 2.530 millones de euros del acuerdo del FROB, que permitía hacer unos saneamientos brutos de 9.313 millones de euros, con los que la entidad absorbería tanto los deterioros como las pérdidas esperadas.
Por su parte, Bancaja necesitaba unas dotaciones adicionales a las ya realizadas que suponían 225 millones de euros para créditos dudosos, 469 millones para créditos subestándard y 195 millones para inmuebles adjudicados.
Rato ha subrayado que "todo el equipo profesional se sentía confortable con esta situación", por lo que decidieron trabajar en la integración para "aprovechar las ventajas del nuevo tamaño de la entidad".
En cuanto a su dimisión, Rato, ha reconocido hoy que se vio "obligado"a dejar su cargo al frente de la entidad al ser consciente de que las autoridades no aprobarían el plan de saneamiento que encargó a la auditora Deloitte para reflotar la institución financiera.
De esta manera, ha explicado en su comparecencia en el Congreso, se interrumpía un "diálogo"que para el expresidente de Bankia es "fundamental"en el caso de las entidades financieras y no quiso plantear "enfrentamiento alguno".
Por ello dimitió como presidente de Bankia y de todos los consejos de administración de los que formaba parte, además de renunciar a cualquier indemnización.
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