París

Un doctor con gancho

Benedicto XVI hizo ayer un regalo a España y a todos los católicos: anunció que declarará próximamente a San Juan de Ávila, patrón de los sacerdotes españoles, doctor de la Iglesia universal. Este reformador e intelectual del siglo XVI pasará así a engrosar la exclusiva lista de 33 maestros de la fe en la que también figuran Santa Teresa de Jesús, San Ambrosio o Santo Tomás de Aquino.

El párroco don Leopoldo de Almodóvar del Campo, ayer, donde nació San Juan de Ávila, muestra el altarcillo en el interior de la casa del santo, delante del que rezaba
El párroco don Leopoldo de Almodóvar del Campo, ayer, donde nació San Juan de Ávila, muestra el altarcillo en el interior de la casa del santo, delante del que rezabalarazon

Justo antes de ofrecer la bendición apostólica con la que concluyó la misa con seminaristas que presidió en la catedral de La Almudena, el Papa dio la noticia, que fue celebrada por una ovación de los presentes.

Desde hace meses se sucedían los rumores en el Vaticano sobre la inminente declaración de doctor de San Juan de Ávila. Siguiendo la tradición vaticana, el anuncio llegó en el mejor contexto posible. El momento era tres veces bueno: el Pontífice estaba en España, el país del santo, en el transcurso de la Jornada Mundial de la Juventud y celebraba misa rodeado de seminaristas, gran parte de ellos españoles. Éstos ya debían conocer las enseñanzas de San Juan de Ávila; ahora, gracias a la decisión del Papa, los futuros sacerdotes de otros países se acercarán a su figura y estudiarán sus textos.

Inspiración para sacerdotes

Benedicto XVI subrayó este deseo en su declaración: «Al hacer pública esta noticia aquí, deseo que la palabra y el ejemplo de este eximio pastor ilumine a los sacerdotes y a aquellos que se preparan para la ordenación». El Papa destacó la intención del episcopado español y de otras partes del mundo y de los fieles para que se produjese la elevación al honor de doctor de San Juan de Ávila. El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, trasladó al Pontífice la «sincera gratitud» por esta decisión de parte de todos los prelados de nuestro país.

Juan Rubio, director de la revista «Vida Nueva» y autor del libro «Juan de Ávila. Un apóstol camino» (San Pablo), afirma que el anuncio de ayer supone un reconocimiento a la labor realizada por la Conferencia Espiscopal Española, que cuenta con una comisión especial para este asunto. «Los obispos han remado en la misma dirección. Todo empezó con la carta que realizaron en el año 2000, cuando se celebró el quinto centenario de su nacimiento. Pedían un esfuerzo colectivo para lograr la declaración como doctor de la Iglesia universal».

El gran legado de San Juan de Ávila son sus ideas y propuestas para reformar la Iglesia de su época. «Fue fundamental en su tiempo, aquellos años previos al Concilio de Trento en los que florecía el humanismo. Supo encontrar en las Escrituras un modelo para la renovación del clero», apunta Rubio.

No es la primera vez que un Papa utiliza la JMJ para anunciar la próxima declaración como doctor de un santo. En la de 1997, en París, Juan Pablo II hizo lo mismo con Santa Teresa de Lisieux, de nacionalidad francesa. La proclamación tuvo lugar dos meses después en Roma. La declaración oficial como maestro de la fe de San Juan de Ávila podría tener lugar en 2012.