Comunidad de Madrid

La nieve a (des)tiempo

Primero, el domingo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emitió una previsión en la que aseguraba que la nieve caería el lunes en la capital a primera hora de la tarde. Horas después rectificó

La Agencia predecía que nevaría desde la tarde de ayer hasta el martes, incluido. Ayer cambió la predicción para afirmar que nevaba por la mañana y que el martes sólo llovería
La Agencia predecía que nevaría desde la tarde de ayer hasta el martes, incluido. Ayer cambió la predicción para afirmar que nevaba por la mañana y que el martes sólo lloveríalarazon

Los primeros copos del invierno sobre la ciudad de Madrid llegarían más tarde, cuando el sol se hubiese marchado. La Comunidad de Madrid estaba en alerta amarilla, una situación que hizo a todas las administraciones responsables de la lucha contra el hielo y las nevadas en las calles y localidades de toda la región estar en alerta. Prevenidos. Las quitanieves no estarían esparciendo sal hasta media tarde, pero lo cierto –para desconcierto de todos estos efectivos– es que los copos aparecieron en Madrid a mediodía.

«No dan una y nos vuelven locos. Yo hoy no he preparado a los niños para la nieve porque se suponía que no iba a caer hasta por la tarde», explicaba ayer una mujer en la puerta de un colegio en la localidad madrileña de Majadahonda, donde los copos cayeron con intensidad aunque no llegaron a cuajar.

Los pronósticos variables de los responsables estatales a la hora de ofrecer la previsión meteorológica han obligado a las administraciones a tomar la determinación de estar en estado de prealerta durante todo el invierno. Tanto Fomento como el Ayuntamiento de Madrid activaron su Plan Invernal la semana pasada, la Comunidad de Madrid lo hizo hace quince días. Nadie quiere que, a pesar de las indicaciones de la Aemet, se repita el colapso de 2009 en las carreteras de región.

Mientras, la Agencia Estatal de Meteorología no deja de ponerse también en lo peor. Ayer un manto blanco de cuatro centímetros iba a cubrir las calles de la capital. La realidad, finalmente, dejó una estampa poco cubierta que desapareció con la lluvia.