Barcelona- No tuvieron suficiente con acampar durante semanas en la plaza Catalunya de Barcelona hasta que fueron desalojados por los Mossos d'Esquadra. Un grupo de una cincuentena de indignados durmió ayer ante el edificio de la Bolsa de Barcelona, en pleno paseo de Gràcia, mostrando una imagen dantesca. No dudaron en poner carteles antisistema e inundar la entrada del emblemático edificio de sacos de dormir y mochilas para asombro de barceloneses y turistas. Era una nueva acción antes de realizar una manifestación por la tarde contra el capital y los recortes de la Generalitat.
La lluvia acompañó en algunos momentos a la protesta, que arrancó desde la plaza de Catalunya para llegar al parque de la Ciutadella. Precisamente, la Audiencia Nacional investiga el sitio del Parlament por parte de los antisistema del pasado julio, cuando intentaron boicotear el pleno de los presupuestos, un 10 por ciento inferiores a los de 2010, y algunos diputados fueron agredidos al acceder a la Ciutadella. La manifestación fue organizada por las asambleas de barrio de los indignados y, tras la misma, sometían a debate las nuevas acciones que van a realizar para intentar incidir en las elecciones generales. Entre estas acciones, no se descartaba seguir acampados ante el edificio de la Bolsa, que hoy retoma su actividad, y mantener las protestas en los centros de atención primaria que han suprimido las urgencias nocturnas. La Guardia Urbana cifró la asistencia a la marcha en 5.000 personas.